El subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas, manifestó que los cinco jóvenes que fueron perseguidos por un convoy militar en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a finales de febrero, fueron ejecutados.
Dijo que aún falta conocer la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para saber lo sucedido, sin referirse a la indagatoria que también realiza la Fiscalía General de la República.
"Tenemos que esperar la investigación que solicitó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
"No se trató de un enfrentamiento con los jóvenes, independientemente de quiénes eran, fueron ejecutados", manifestó Encinas en la Cámara de Diputados, donde acudió para dar detalles sobre una nueva ley de la Memoria.
De acuerdo a los testimonios que se han generado sobre el caso, al salir de un centro nocturno, siete jóvenes se toparon con el convoy militar y, tras una persecución, cinco civiles fueron abatidos y dos resultados heridos.
"Evidentemente, hay elementos para acreditar que los jóvenes no iban armados y que no había enfrentamiento", señaló Encinas, con lo que se contradice la versión inicial de la Sedena, de que hubo una persecución porque los jóvenes iban armados y que al escuchar un "estruendo" los militares involucrados accionaron sus armas.
El subsecretario aseguró que la investigación deberá aclarar cómo fue la cadena de mando en los hechos, si los soldados detenidos obedecieron o no a sus superiores.
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