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La atracción tóxica de un empatico y un narcisista

Clara Villarreal | 13/03/2023 | 23:21

Del escrito de Alex Myles en 2015. Parte 2 de 3

 

Cuanto maìs poderoso se vuelva el narcisista, maìs probable es que el empaìtico se retraiga y se coloque en un estatus de viìctima. Entonces, hay un cambio muy grande - el empaìtico tomaraì rasgos narcisistas, pues ellos tambieìn se vuelven la parte herida y se activan constantemente por el danÞo creado por estar en companÞiìa de un narcisista. En poco tiempo, se genera una espiral descendente extremadamente viciosa.

 

Cuando un narcisista ve que un empaìtico estaì herido jugaraì con esto y su intencioìn principal seraì mantener al empaìtico abajo. Cuanto maìs deìbil se vuelva el empaìtico, mayor seraì la fuerza del narcisista. Un empaìtico comenzaraì a buscar freneìticamente el amor, la validacioìn, la confirmacioìn y la aceptacioìn de un narcisista y cada grito de ayuda como tal, afirmaraì al narcisista aquello que estaì desesperado por encontrar en su interior: sentirse digno y merecedor. Todo esto puede resultar en una batalla bastante amarga.

 

Cuando un empaìtico se empieza a centrar en su dolor, trauma y la destruccioìn de su propia vida, se vuelve obsesionado consigo mismo y no puede ver de doìnde viene el danÞo. En lugar de mirar hacia afuera y ver queì lo estaì causando, el empaìtico ve hacia adentro y se culpa a siì mismo.

 

Un empaìtico en esta etapa debe darse cuenta de la situacioìn en la que se encuentra y despertar de ella, ya que cualquier persona que estaì en un dolor profundo y ha sido herida puede convertirse en un narcisista tambieìn, al centrarse en su propio dolor y buscar en otros la respuesta a su bienestar.

 

Cualquier intento de comunicarse auteìnticamente con un narcisista seraì inuìtil, ya que ellos ciertamente no estaìn buscando tranquilizar a nadie maìs. No soìlo esto, sino que son extremadamente carismaìticos y manipuladores y tienen una eficiente manera de reenfocar todo hacia afuera y hacerlo acerca de los demaìs. Un narcisista culparaì de su propio dolor a un empaìtico, ademaìs de que tambieìn se aseguraraì de que el empaìtico se sienta responsable del dolor que eìl mismo estaì sufriendo.

 

En esta etapa, el empaìtico sabraì que estaì en una relacioìn destructiva, y se sentiraì tan inseguro, no amado e indigno, que puede culpar faìcilmente al narcisista de toda su destruccioìn.

 

Sin embargo, un empaìtico no deberiìa estar buscando culpar a nadie maìs. Eìl tiene la opcioìn de seguir siendo la viìctima, un peoìn en el juego narcisista, o de reunir toda la fuerza que pueda y encontrar una salida.

 

Emocionalmente agotado, perdido, y debilitado, un empaìtico tendraì dificultades para entender lo que le ha sucedido a esa persona alguna vez amorosa, atenta y carismaìtica por la que se sintieron tan atraiìdos.

 

Sin embargo, la manera en que nos permitimos ser tratados es el resultado de nuestras propias decisiones. Si un empaìtico decide permanecer en una relacioìn con un narcisista y se niega a asumir la responsabilidad de la dinaìmica, estaìn eligiendo en alguìn nivel lo que cree que vale en su interior. Un empaìtico no puede dejar que su autoestima sea determinada por un narcisista. Es imperativo que confiìe y crea en siì mismo lo suficiente como para reconocer que no es merecedor de las palabras y acciones que el narcisista ofrece, y busque escapar.

 

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