Entre los refresco, los especialistas han advertido que algunos hacen más daño que otros. De acuerdo con Harvard T.H. Chan School of Public Health, las bebidas azucaradas son cualquiera con azúcar agregada u otros edulcorantes. Aquí se incluyen refrescos.
Dicho sitio agrega que éstas se encuentran al final de la lista de bebidas recomendadas para cuidar la salud porque tienen muchas calorías y ningún nutriente, además, cuando las personas las toman no se sienten llenas como cuando consumen el mismo contenido calórico de alimentos sólidos.
Los especialistas coinciden en que es perjudicial. Según la Procuraduría Federal del Consumidor los refrescos y aguas de sabor “no son una bebida recomendable, es decir, se deben evitar”.
El consumo cotidiano de bebidas azucaradas como el refresco se ha asociado con:
Además, el refresco de cola y el de naranja son considerados los más dañinos: el primero por su contenido de ácido fosfórico que daña los riñones y se ha relacionado con osteoporosis.
En tanto, el de naranja porque da la impresión de que se está tomando algo con fruta, cuando no la tiene, lo cual incita a tomar más, asimismo, agrega colorantes dañinos para menores de edad.
Los refrescos sin azúcar tampoco son la mejor opción, aunque pueden dar esa idea, ya que hay versiones light que se han asociado a mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Michelle Rauch comenta a Eat this, not that que algunos de cola light suman cantidades más altas de cafeína, la cual puede “interferir con la absorción de calcio y provocar pérdida ósea cuando se consume con frecuencia”. Los refrescos oscuros, en particular, parecen presentar el mayor riesgo.
Según Consumer Eroski, hay que poner atención a estos ingredientes para elegir el menos dañino:
“En cualquier caso, este tipo de bebidas no son saludables, podemos añadir un matiz y considerar que deberíamos evitarlas en la medida de lo posible”, agrega dicha publicación española.
Si se busca algo burbujeante, el único refresco considerado saludable es el agua con gas, que solo tiene dos ingredientes: agua mineral y gas carbónico. El agua con gas puede hidratar igual que el agua simple, aunque su consumo excesivo se ha asociado a varios efectos secundarios como una ligera erosión al esmalte de los dientes.
Según Harvard, esta versión a veces se sugiere como una alternativa más saludable a los refrescos: “Las aguas carbonatadas, si no están endulzadas, son seguras para beber y una buena opción. No están asociados con problemas de salud relacionados con bebidas carbonatadas endulzadas”.
Hay varias opciones caseras que se pueden preparar con agua con gas: como limonada, naranjada, pepino, mango, fresa y casi cualquier fruta.