San Luis Potosí, SLP.- Las Jacarandas Hacienda Restaurante fue reconocida por el Consejo del Patrimonio de Áreas y Centros Históricos del Estado por su destacada rehabilitación del inmueble y su apoyo a la reactivación de la economía de San Luis Potosí.
Hacienda Las Jacarandas se ubica en el Camino Viejo a Guanajuato #315, en la localidad “La Pila”, al suroeste de la ciudad. Es propiedad de la familia Torres Landa Aranda y el restaurante que alberga es administrado por Rodrigo Mercado Ugalde y socios.
La vieja casona permaneció abandonada por varios años, hasta que en 2018 fue rehabilitada por Juan Ignacio Torres Landa García y su esposa Maricela Aranda, viuda de Torres Landa. Sin embargo, en todo momento trataron de mantener y conservar los espacios originales de la hacienda para preservar el edificio y no dañar el patrimonio cultural.
Actualmente, además de restaurante de comida mexicana, la hacienda se ocupa para diversos eventos familiares como bodas, quince años, primeras comuniones, bautizos, etcétera. Los asistentes, además de disfrutar la gastronomía pueden disfrutar el paisaje.
Juan Carlos Machinena Morales, coordinador ejecutivo del Consejo del Patrimonio, destacó la labor realizada por sus propietarios y destacó el interés del gobierno del cambio, presidido por Ricardo Gallardo Cardona, de resguardar, proteger y restaurar el patrimonio como un elemento fundamental de la cultura.
Su nombre inicial era Hacienda Arroyos y data de finales del siglo XVII, siendo su primer propietario Antonio Palacios, en 1685. Está formada por todas las casas del casco de la finca. Cuenta con tanques, una noria que abastecía de agua al lugar, una capilla con portada sencilla, algunas trojes que sirvieron para el almacenamiento del producto agrícola y la casa grande, con un patio central con arcadas en su interior que delimitan el patio; una fuente adorna el centro de este espacio abierto. Cuenta con áreas jardinadas y pavimentos de piedra.
En esta hacienda se cultivaba maíz, frijol, chile y trigo. Se criaba ganado vacuno y cabrío y, a nivel industrial, destacaba la fabricación de mezcal y el corte de piedra arenisca y rosa. Sin embargo, a inicios del siglo XX sufrió afectaciones agrarias que la redujeron a pequeña propiedad.