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México juzgado

Oscar Esquivel | 23/02/2023 | 23:48

No se encuentran las palabras adecuadas para describir cundo un apersona te traiciona, probablemente si es cercana, y tiene el temple de la dignidad con arrepentimiento pedirá perdón por el acto cometido, la mayoría de las traiciones se cometen por la vulnerabilidad que por el propósito mismo de maquinar una traición.
 
Un traidor rompe con todo lazo, pulveriza tal vez una tregua o un periodo de paz. Algunos pensadores sugieren dar un tiempo para curar la traición, genera confianza y diluye la ofensa, pero tal parece que existen personas que son como una zorra, diría Shakespeare, “por mas que se le amanse, alimente, se le de hogar, estará alentada por sus instintos salvajes de su raza”.
 
“siempre he mirado como un acto criminal pedir auxilio a un extranjero” Napoleón
 
El pueblo juzga, el pueblo sentencia, pero se le traiciona tanto, que guarda ante sí, un cúmulo de rabias y frustraciones que no sabe cuándo sacar su peor lado.
 
EL año 2006 inició la guerra contra el narcotráfico, ante una desesperación ciudadana, Felipe Calderón toma la iniciativa y pone al ejército mexicano a combatir a los delincuentes. En un flamante Hummer del ejército, después en un desfile kilométrico, Felipe el nuevo presidente encabeza el contingente, luciendo una gorra y saco militar talla XXL. Con este evento daba el banderazo para de inicio de la guerra contra el narcotráfico.
 
Al momento, como un pisotón en un nido de cucarachas, la suela castrense solo aplastó a un grupo muy reducido de delincuentes que asolaban a los agricultores aguacateros o a los ejidatarios madereros de la región michoacana, nunca imagino, que pronto, en solo días, aquellos que sobrevivieron a la suela militar y muchos más, se levantaron en armas contra la población, en el norte, en el sur por todos los estados de la república se hizo presente la delincuencia organizada.
 
Según Calderón contrató al mejor hombre, policía formado en la práctica digamos dentro del servicio de carrera, Fox lo nombra director de Agencia Federal de Investigación, dándole importancia al secuestro, que casualmente se incrementó de manera exponencial en el sexenio de Fox. Al llegar a la policía federal como secretario, ya en la lucha contra los carteles, las masacres contra policías eran interminable, no se diga el sinnúmero de personas desaparecidas en ciudades o carreteras, en poblados, todo bajo la mirada cómplice de García Luna, soldados, policías, profesionistas médicos, enfermeras, las redes
 
daban cuenta de la verdadera y cruenta desalmada manera de acabar con las vidas de miles de inocentes; hoy 200 mil muertos y contado, cien mil desaparecidos. El señor García Luna dedicado traficando influencias. Inmensamente rico, llego a la cúspide del poder, sin que su jefe inmediato, el panista Felipe Calderón Hinojosa, intentara mínimamente detenerlo ¡claro que sabia todo!
 
Es por demás tratar de disuadirnos que Calderon no sabía de los pactos con los criminales de su allegado, imposible que un presidente no conociera las andanzas de su secretario de seguridad pública. Un presidente que tiene ausencias de información en temas delicados para la seguridad nacional, ni siquiera podría llamarse líder de la nación, su estatura como estadista ha quedado tan corta e insignificante, al grado que, ha preferido en respuesta a su vergüenza, refugiarse en España, junto con el protegido millonario Peña Nieto.
 
Un traidor como lo es García Luna, su nombre Genaro, proviene “Jano” enero dios de las dos puertas, abre la del comienzo y cierra la del final, un final que recibió dinero de sangre, y vendió al mejor postor la dignidad de cientos de buenos servidores de la nación, un traidor como muchos que hay y hubo no deben tener la consideración de nadie, sin embargo, vemos a la familia azul panista, arropándolo, como si fuera un mártir de las cruzadas que avasallaban pueblos enteros, para después regresar con lo saqueado en nombre de Dios, haciéndose la congregación más poderosa y rica de la edad media.
 
Dicen los expertos en leyes, que no se presentó una sola prueba durante el juicio, sin embargo, todos y cada uno de los testigos, aseguraron haber sobornado a Genaro García con millones de dólares. Para gastarlo, solo aplico el efectivo para comprar un número indeterminado de las propiedades en Estados Unidos, de ahí la principal línea de investigación contra él.
 
México tiene un dolor profundo, no se está juzgando a una persona, nos están juzgando como país, uno permisivo e incontrolablemente corrupto e impune, que no puede someter a la justicia aun criminal.
 
García Luna es un personaje de la vida pública a quien se le encomendó la seguridad de todos los mexicanos, por traidor nosotros deberíamos juzgarlo, simuló trabajo y solo permitió la muerte, tenemos tanta angustia porque esta guerra no termina; nos hicieron perder la dimensión del dolor, ya no sentimos, solo miramos y nos cuidamos, el daño causado es irreversible, la criminalidad se comporta como un bestia, que lo mismo esclaviza a jóvenes, que roba ranchos enteros, se apodera de las carreteras, invade nuestros sueños,
 
un monstruo enorme, aferrado a ganarle a un Estado inmerso en la disgregación de su fuerza pública, acompañado de un poder judicial por demás corrupto, gordo e irresponsable.
 
Quieren la extradición de García Luna, regresarlo al país ¡¿para qué?! para otorgarle privilegio de rey en alguna prisión o para que los millones de sus cuentas ya descongeladas que le acaba de otorgar un juez, lo utilicen precisamente para sobornarlos con millones y salga libre en 3 o 4 años a disfrutar de una mansión en alguna playa del mediterráneo español, como lo dijimos antes, el territorio preferido de los políticos mexicanos.
 
No podemos acostumbramos a solapar traidores, hemos perdido mucho en nuestra historia, es el momento de vivir en paz, y si la justicia no llega, entonces exijamos y luchemos por reformar todo el régimen que nos han impuesto.
 
¡Animo estamos de pie!
 
Nos saludamos pronto
 
OSCAR ESQUIVEL