Las nuevas masculinidades han sido un tema de conversación frecuente en tiempos recientes. Seguramente has escuchado hablar de este concepto en más de una ocasión, ya sea en los medios de comunicación, en reuniones con tus amistades o en redes sociales que buscan promover un mundo más igualitario en términos de género.
Y es que la idea de las nuevas masculinidades está sumamente vinculada con la igualdad de género, así como con los roles que nos asignan a partir del género con el que nos identifican desde el primer momento en que nacemos y todo lo que esto implica en la vida futura, que no siempre es positivo y más bien, suele conllevar a muchas dificultades y problemáticas sociales por resultar limitante y hegemónico. Por eso, entre otras razones, es fundamental hablar más de este tema.
¿Qué son las nuevas masculinidades?
Se conoce como nuevas masculinidades a toda teoría y posibilidad de ejercer la masculinidad desde una alternativa diferente a lo que nos han enseñado tradicionalmente que significa ser hombre. Sobre todo, porque esta concepción termina por dañar a las personas y a la sociedad, en general, al imponer labores y rasgos de personalidad que no siempre coinciden con los deseos reales de la gente, los cuales pueden ser frustrantes y hasta violentos. Por ejemplo, ¿en verdad la mujer debe quedarse en casa a maternar mientras el hombre trabaja para mantener a tres o más en casa? ¿Acaso siempre debe ser el hombre quien decida por todos, y no la mujer también? Este tipo de cuestionamientos forman parte del esfuerzo por construir nuevas masculinidades a partir de lo que nos incomoda como sociedad.
¿Qué son las masculinidades alternativas?
En respuesta a las limitaciones y aspectos negativos de la masculinidad tradicional, han surgido las nuevas masculinidades, también conocidas como masculinidades alternativas. Estas consisten en todas las opciones para ser hombre más allá de las imposiciones hegemónicas que busquen cómo cada persona quiere ser en realidad.
Ejemplos de nuevas masculinidades
Romper mito del hombre violento
Una de las principales propuestas de las nuevas masculinidades es la de romper con el mito de que el hombre debe ser fuerte y violento, protector de sí mismo y de todos, con la agresión y el dominio como su único recurso para afrontar el mundo. En realidad, el hombre tiene muchas otras herramientas para relacionarse sin necesidad de demostrar esta supuesta fortaleza todo el tiempo. Por ejemplo, con comunicación asertiva o aprendiendo a escuchar.
Olvida la desigualdad
En la masculinidad tradicional, la desigualdad se ve como algo normal, casi natural. Recuerda que no es normal ni natural y batalla por la igualdad desde tus posibilidades. El poder no le pertenece a un género.
No es competencia
La educación hegemónica nos hace pensar que los hombres siempre deben ser competitivos en lo laboral, social y hasta en sus relaciones de pareja. Las masculinidades alternativas buscan que cada persona pueda mostrar sus debilidades sin miedo, y aprovechar el talento de los demás para trabajar en equipo, sin necesidad de buscar la confrontación.
Evita el acoso y abuso sexual
Respeta los límites de las mujeres, escucha sus emociones y deseos. No es una invitación a que insistas cuando ellas te dicen que no quieren hacer algo, simplemente es un no.
¿Cómo construir nuevas masculinidades?
El primer paso para construir nuevas masculinidades es permitir la reflexión personal y las dudas sobre quién eres en realidad, más allá de los roles asignados. Así, podrás definir tu identidad con base en lo que te gusta y en lo que te quieres convertir y no en lo que te han dicho que eres. Además, es recomendable perder el miedo a expresar las emociones, a compartir dudas y pensamientos, incluso en círculos con otros hombres o, por supuesto, con ayuda de terapia.
También se pueden construir nuevas masculinidades cuando se detienen las conductas tóxicas o violentas como mentir, manipular, dejar de hablarle a la gente, culpar a los demás por nuestros problemas, esperar que todos nos sirvan, entre otros aspectos tradicionalmente masculinos. Y claro, cuando le señalas a otros hombres que esto sucede, también ayudas mucho. Y hablando de pactos entre hombres, recuerda nunca compartir material erótico de una mujer sin su consentimiento, que también es una actitud violenta hacia ellas.
Sobre todo, cuestiónate y exprésate hasta que te sientas orgulloso con tu identidad.
¿Por qué son importantes las nuevas masculinidades?
Hablar de nuevas masculinidades para la igualdad de género es fundamental porque, aunque muchas veces se piensa que el respeto y la igualdad hacia las mujeres en esta sociedad es labor exclusiva de mujeres y niñas, esto es una concepción errónea. Para promover la igualdad de condiciones para mujeres y niñas, es muy importante que los hombres, niños y todo ser formen parte de los cambios en la educación y sistemas de creencias que aún imperan actualmente y que favorecen a los hombres por encima de las mujeres en ciertos contextos, pero que de igual forma los oprimen y afectan al imponer sobre ellos ideas que dificultan su estabilidad emocional y desarrollo como personas.
Por ejemplo, la idea de que los hombres siempre deben ser fuertes y proteger a los demás, que deben ser proveedores y no deben hablar de sus sentimientos. Todas estas concepciones de la masculinidad tradicional también les afectan a ellos y no les ayudan a tener una vida plena. Así que promover nuevas masculinidades no solo hace la vida menos demandante para las mujeres, sino también para los hombres.