Originarios de China, los pandas gigantes llaman la atención por su apariencia y vulnerabilidad, y representan símbolos de conservación ambiental, según el Instituto Biológico Nacional de Zoológico y Conservación del Smithsonian, uno de los líderes en la preservación de este animal.
El panda gigante está rodeado de curiosidades, que van mucho más allá de su característico pelaje blanco y negro, o de su carismática personalidad.
El panda gigante ya no está en peligro
En 2016, el panda gigante, símbolo fue eliminado de la lista de animales en peligro de extinción. Según un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la especie ya no está catalogada como “amenazada” y se ha vuelto “vulnerable”.
El cambio refleja el aumento real de la población de pandas en estado salvaje. Actualmente, se estima que hay 1864 animales viviendo en los bosques de China, 2060 si se consideran los pandas bebés. Hay también aproximadamente 600 pandas que viven en cautiverio alrededor del mundo.
Los pandas gigantes se comunican por el olor
Según el Instituto Smithsonian, los pandas gigantes son solitarios y tranquilos, pueden vocalizar durante las interacciones sociales, emitiendo sonidos con la garganta, sonidos de masticación e incluso ladridos. Estas vocalizaciones ocurren cuando juegan y durante el apareamiento, los sonidos expresan en detalle todos los tonos del estado de ánimo para ese momento.
La mayor parte de su comunicación se logra marcando olores en su hábitat y territorio. Los pandas gigantes dejan su olor donde quiera que van frotando las secreciones de sus glándulas anales en troncos de árboles, rocas o el suelo. La etiqueta alerta a otros pandas cercanos de su presencia.
Bebé panda gigante: el mamífero recién nacido más pequeño
Un panda gigante recién nacido pesa entre 90 y 150 gramos y nace rosado, sin pelo, ciego y sin dientes. La cría es 900 veces más pequeña que un adulto, que puede pesar entre 70 y 125 libras.
El panda gigante bebé es considerado uno de los mamíferos recién nacidos más pequeños en proporción al tamaño de la madre. Solo es superado por los marsupiales, como el canguro o la zarigüeya, especies cuyas crías acaban de desarrollarse en el marsupio (bolsa de la piel).
Los pandas gigantes alguna vez fueron obsequios diplomáticos
China tiene una larga tradición en ofrecer pandas como regalo a países extranjeros. Se estima que esta práctica comenzó en el siglo VII, cuando la emperatriz Wu Zetian envió dos pandas a Japón.
Entre 1950 y 1980, los pandas gigantes fueron utilizados como gesto de reconocimiento y amistad con otras naciones. El nombre de la práctica se conoció como "diplomacia del panda".
Después de que los pandas se convirtieran en animales en peligro de extinción, la presión de los ambientalistas hizo que China revisara el gesto. Hoy, los animales son prestados con fines de conservación por un período de 10 años, a un costo de 1 millón de dólares anual, por animal.