El precio de la gasolina se ha elevado por lo que la búsqueda de autos más eficientes o soluciones para no gastar tanto no ha parado. Recientemente las conversiones a gas natural han ganado mucha popularidad, especialmente en autos subcompactos que se usan para transporte público.
La conversión a gas natural es sencilla, no es necesario reemplazar el motor, los sistemas más nuevos prácticamente permiten que el auto sea un híbrido entre gasolina y gas natural o gas LP.
Rolando Madrazo Martín, director de Gazo, una empresa dedicada a este tipo de conversiones; explicó, que para lograr la conversión hay unos pasos sencillos a seguir. Además aclaró que este tipo de conversiones han crecido hasta en 30% tan solo en un trimestre.
“al vehículo a gasolina se le añade un sistema de conversión a gas natural o gas LP y una computadora, conocida como unidad de control electrónico, un regulador de presión, un sensor de temperatura y una válvula de carga del cilindro de gas natural, que funcionan sin interferir la operación del motor a gasolina.
“El vehículo arranca a gasolina y cuando se nivela la temperatura del motor, a 30 segundos pasa automáticamente a gas. Y se mantiene trabajando 100% a gas.
“Y si se termina el gas, regresa a gasolina y se puede usar gasolina hasta recargar gas”.
El costo de esta conversión va de entre los 35 mil a 40 mil pesos. Acorde a Autolab, cualquier auto a gasolina con alimentación por inyección o carburador. Aunque queda claro que se debe inspeccionar primero para saber si hay compatibilidad total con el modelo que tengamos.
Hablando de ventajas, podemos encontrar varias, especialmente en cuanto a ahorro en el costo de combustible y emisiones contaminantes a mayor detalle está lo siguiente:
Si bien las conversiones parecen tener mucho a favor, no todo es miel sobre hojuelas, pues tienen sus propias deficiencias:
Convertir un auto a gasolina a Gas es completamente legal, de hecho, las empresas que se dedican a esto se deben certificar y ofrecer equipos que cumplan con normas como la ISO 9001:2015. Todo con el fin de constatar que los materiales y procesos para lograr la conversión sean seguros.