Desde hace varios años conozco a Gabino Morales, era un joven opositor con buenas ideas, que señalaba los abusos del sistema, criticaba a los malos funcionarios, le irritaba que se violara la ley electoral, cuestionaba el derroche y la ostentosidad de la clase política, le molestaban los políticos zalameros y aduladores. Sufría por el temor que en su momento Morena no fuera a conservar el registro como partido en el estado.
Gracias al enorme hartazgo de la gente hacía los partidos que se habían alternado el poder y con la fuerte presencia de Andrés Manuel López Obrador, que ganó en las pasadas elecciones presidenciales, colocó a diversos personajes que conocía de un buen tiempo.
Gabino Morales Mendoza fue nombrado por López Obrador como su “superdelegado” en San Luis Potosí.
Medios nacionales destacaron que en abril del 2019 celebró su cumpleaños número 30 con una mega comida a la que invitó a cientos de personas, entre amigos, funcionarios y políticos que antes no le hubieran aceptado ni un café.
Aquel sencillo y modesto joven, empezaba a mutar y transformarse poco a poco en lo que antes tanto señaló. Se convirtió en un político que jamás aceptó una crítica propositiva y hoy es se comporta exactamente como aquellos personajes a los que antes no soportaba.
Actualmente como Coordinador General de Programas para el Bienestar, sabe cuando ha hecho algo mal o cuando con pleno conocimiento se aprovecha de los programas sociales para promocionarse y que insisto, en su juventud idealista le causa escozor que los políticos hicieran eso.
Ya aprendió las mañas, se hizo más sordo a las criticas positivas, ya argumenta como aquellos viejos políticos rancios, ya culpa de todas sus calamidades a medio mundo y se le esfuma hasta el último gramo su autocritica. A Gabino Morales se le olvida que los puestos públicos no son eternos y que un día, se quedará sin hueso y tal vez entienda muy tarde, que se mutó en lo que tanto dijo odiar de la carcomida clase política.
SERVIDORES PÚBLICOS QUE NO SIRVEN
Y ya que andamos en temas de malos servidores públicos, quiero preguntarle estimado lector: ¿Por qué alguna gente se transforma cuando ocupa un puesto público?
El Servidor Público es la persona que desempeña un empleo, cargo o comisión subordinada al Estado y está obligada a apegar su conducta a los principios de legalidad, lealtad, honradez, imparcialidad y eficiencia. Sin embargo, ¿Cuántos realmente cumplen con esto? ¿Cuántos realmente tienen la vocación de servir y no de servirse?
Lamentablemente mucha gente que ocupa un puesto público, no es por su capacidad o preparación, si no por reptarle a algún político, colarse en una campaña política o simplemente por tener cercanía, amistad, compromiso o parentesco.
SEMÁFOROS EN ROJO
Con datos oficiales que procesa y pública el portal semaforo.com.mx/ nos muestra un panorama desalentador y preocupante . Semáforo Delictivo da seguimiento a once indicadores de manera mensual y San Luis Potosí aparece con cinco semáforos en rojos
Respecto a los municipios con más semáforos rojo están: San Luis Potosí y Ciudad Fernández con seis, Salinas con cinco, Axtla y Mexquitic con cuatro.
A nivel nacional también son cinco los semáforos en rojo
