Martes 16 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿Existió realmente el caballo de Troya?

National Geographic | 15/01/2023 | 11:30

La historia del caballo de Troya forma parte de uno de los mitos más conocidos, impactantes y fructíferos de la mitología universal: el de la guerra que tuvo enfrentados a los ejércitos de toda Grecia con la ciudad de Troya, indica el artículo Mito y Realidad del Caballo de Troya.

Según el escrito, la historia narrada por Homero en la Odisea recuerda que durante las bodas de Peleo y Tetis, la diosa Eris, que no había sido invitada, dejó caer una manzana de oro donde se sentaban Afrodita, Hera y Atenea; en la piel de la manzana podía leerse “para la más hermosa” y las tres discutieron por el galardón hasta que Zeus nombró al troyano Paris juez de la disputa.

Finalmente, Paris se decantó por Afrodita, que le había prometido entregarle a la mujer más bella del mundo. Esta era Helena, esposa del rey espartano Menelao. Tras esto, el joven embarcó a Esparta y aprovechó su ausencia para secuestrar a la mujer y llevársela a Troya.

Cuando Menelao regresó y descubrió lo sucedido, entró en cólera y le pidió a su hermano Agamenón que le ayudara a recuperarla. De esa manera, organizaron una flota de barcos que llegó a Troya y mantuvo la ciudad asediada durante diez años, pero sin conseguir vencerla.

“Y entonces, cuando parecía que la guerra no iba a terminar nunca, Ulises concibió el plan de construir un caballo de madera y dejarlo en la playa como una ofrenda; pero el caballo estaba hueco y lleno de soldados griegos que, por la noche, salieron de su escondite, abrieron las puertas de la ciudad e iniciaron su destrucción”.

Esta historia es un mito. Por lo tanto, no se conoce si los hechos narrados por Homero fueron reales. De hecho, y tal como aclara el artículo, probablemente uno de los motivos para considerar el caballo de madera como un recurso mítico-literario sea el hecho de que el engaño que se narra parece demasiado exagerado.

”Algo tan imaginativo como llenar de hombres un caballo de madera para engañar a toda una ciudad no puede haber sido verdad”.

Sin embargo, “resulta equivocado considerar los mitos como meras fantasías de la gente antigua, o como una forma de conocimiento y explicación de la realidad opuesta a la ciencia”.

Así, la Guerra de Troya fue durante mucho tiempo un mito sin fundamento histórico hasta que Heinrich Schliemann (un comerciante de telas interesado por los textos homéricos) invirtió su fortuna para descubrir el sitio arqueológico de la ciudad y confirmar la veracidad de la historia.

Las excavaciones en la actual Hissarlik, Turquía, sacaron a la luz seis Troyas, cada una construida en niveles sobre la anterior. Así, continúa el artículo: “Aunque no podemos precisar cuál de ellas pudo o debió ser la de Homero, sí sabemos que los hechos narrados por él se asientan sobre una base histórica, sólo que nos han llegado bajo la máscara del mito”.

De esta manera, se ha sugerido que los relatos homéricos narran, en términos míticos, lo que fue un proceso histórico: la invasión de los llamados Pueblos del Mar, nombre con el que se conoce a varios pueblos de identidad todavía desconocida y que invadieron los territorios a los que llegaron.