Miércoles 8 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Educar nuestras emociones

Clara Villarreal | 03/01/2023 | 01:16

Todos estamos locos

 

El concepto de inteligencia emocional ahora nos resulta muy comuìn. Estamos familiarizados con la idea de identificar, expresar, matizar, modular o exaltar las emociones seguìn nos convenga dada la situacioìn. Poco a poco hemos ido ganando la inteligencia de conocer nuestras emociones a fin de vivirlas plenamente y asumiendo la responsabilidad que nuestro sentir genera entre nuestros seres queridos.

 

El tema hoy es comuìn, pero antes no lo era. Quienes actualmente somos adultos fuimos criados por padres y madres que teniìan ideas muy elementales, cuadradas y, posiblemente, hasta erroìneas de las emociones. Por ejemplo, “los hombres no lloran”, “deja las laìgrimas para cuando me muera”, “no tienes motivos para sentirte triste”, “es que ella asiì es”, “lo que pasa es lo que lo provocan para ser violento”, “tuì deja de hablarle unos diìas y veraìs como regresa arrepentido” son frases que podiìamos escuchar y que hoy maìs de uno levantariìa la ceja con asombro e incredulidad. Crecimos con esas ideas, pero no tenemos por queì quedarnos con ellas. La respuesta estaì en terapia.

 

Siempre he sido una gran defensora de la terapia. El acercamiento con psicoìlogos, psiquiatras y psicoterapeutas es una gran herramienta para el autoconocimiento, que es, el primer paso para ganar control sobre nuestras emociones. Tenemos que conocernos, identificar queì nos duele, queì nos motiva, queì traumas venimos arrastrando, no porque sea malo sino porque todos los tenemos, todos tenemos alguìn malestar emocional, es normal. Como dice un amiga, “todo estamos locos, la diferencia es que unos nos hacemos cargo de nuestra locura”.

 

Pues bien, ser adulto implica hacerse cargo de la locura que traigamos porque asiì tenemos maìs oportunidades de sobrellevar las cosas con armoniìa. No quiere decir que nunca maìs vayamos a llorar o que, jamaìs vayamos a atravesar una situacioìn dolorosa, pero las posibilidades de que lo hagamos con mayor dominio, con seguridad, se incrementa muchiìsimo.

 

Los miedos, las aprehensiones, la ansiedad quizaì sigan ahiì, pero en terapia aprenderemos a ganar visibilidad sobre ellas, a identificar cuaìndo nuestras respuestas vienen de ahiì, y no de nuestro verdadero ser y entonces, iremos ganando terreno. Es decir, no se trata de ir a terapia para cambiar completamente quienes somos o para convertirnos en otra persona, eso no sucede, pero siì para progresar hacia una versioìn maìs auteìntica, real, sana y feliz de nosotros mismos.

 

En este inicio de anÞo uno de los mejores propoìsitos que podemos tener es asistir a una terapia en la que podamos trabajar aquellos aspectos de nuestra persona que pueden pulirse. Es como ir al gimnasio para ponernos en forma, ganar salud y vernos bien. Pues lo mismo en terapia; es para ponernos en una mejor forma emocional, ganar salud y, ciertamente, nos veremos mucho mejor.

 

Que el 2023 sea el anÞo en el que ganemos todas las habilidades para vivir una vida mucho maìs consciente y con un manejo maìs sano de nuestras emociones.

 

Nunca es tarde para adquirir nuevas herramientas para vivir en armoniìa con nuestros seres queridos.

 

¡Feliz anÞo nuevo!

 

P.D. Si estaìs pasando por una situacioìn que sobrepasa tu entendimiento contaìctanos, no estaìs sol@.

 

 

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