Marchones andamos

Justicia a los asesinados, protección a los amenazados, garantías a todos los periodistas. No es politiquería, que cesen señalamientos y descalificaciones desde el poder y desde donde sea, respeto a la libertad de expresión y tolerancia a la crítica.

QUE MÉXICO, como se dice, ya marchó. Bueno, dirán que eso es en el Mundial de Futbol, pero eso es aparte, ahí siempre marchamos y esta ocasión no iba a ser la excepción. Nuestra selección de futbol, en Qatar, ya marchó. El jugaron como nunca, perdieron como siempre, ahora tiene una variante, ganaron como nunca, salieron perdiendo como siempre. Alguien dijo que al equipo mexicano, por haber ganado y aun así haber quedado descalificado, le pasó lo que al que compró todos los números de una rifa y a la hora del sorteo, según el organizador, salió premiada una letra. A propósito de organizadores, la FIFA, dizque está investigando la presunta interpretación de un coro homofóbico por parte de aficionados mexicanos. Malo si lo hicieron pero más malo aún, que esa señora institución, tan estricta para censurar y sancionar las conductas de odio, haya dado la sede del campeonato de futbol a un país cuyo gobierno repudia la diversidad y no acepta ni tolera el homosexualismo. En fin, ya marchamos, pero todavía confiamos en que México pueda estar presente en las finales. Se espera eso porque el arbitraje también es importante y alguno de los árbitros mexicanos puede estar por ahí. La actuación histórica ya se tuvo por la participación de Karen Díaz, en el primer partido en un Mundial, arbitrado por mujeres. 

BUENO, SI EN FUTBOL ya marchamos, en política, marchamos y recontra marchamos. El 13 noviembre, se realizó una marcha convocada por unas 50 organizaciones sociales y personajes de diferentes filiaciones, bajo el lema: El INE no se toca. La mayor participación se dio en la Ciudad de México, del Ángel de la Independencia al monumento a la Revolución, pero también hubo marchas en medio centenar de ciudades del país y en algunas del extranjero. Miles de personas dejaron de lado las diferencias que pudieran tener para centrarse en oponerse a una reforma electoral y defender una institución que consideran confiable. Para muchos fue una legítima expresión popular, para otros un intento de detener el cambio que pretende el gobierno actual. 

COMO A CADA ACCIÓN corresponde una reacción, y para cada yerba, hay contrayerba, el presidente de la república, decidió convocar a otra marcha, de apoyo a él, para que vean sus opositores que los que lo respaldan son más que ellos. Festejar sus 4 años de gobierno fue la justificación. El 27 de noviembre, en la Ciudad de México, fue la gran movilización. Si la del 13 fue de dispersión, cada quien en su ciudad, la del 27 fue de concentración, contingentes de todo el país, en cientos de autobuses y  otros vehículos, llegaron al gran desfile. Los cálculos dicen que hubo una notoria diferencia, que la segunda marcha duplicó, triplicó y hasta cuadruplicó a la primera. Otros dicen que hay que hacer los cálculos de manera cualitativa más que cuantitativa pues no es lo mismo marchar con fuerza que marchar a fuerza. Que una manifestación se dio como una expresión del sentir popular y, la otra, se convocó desde la estructura del poder, lo que marca diferencias. La estructura cuenta y hace valer a muchos, pero cuando se quedan sin ella se deprecian fácilmente. En un corrillo cafeteril decían que hay políticos encumbrados que cuando cumplen años invitan a medio centenar de amigos para festejar y llegan medio millar o hasta el millar y un poco más y no hace falta nada porque todos llevan, aparte del regalo, algo de comer o beber. Pero si al año siguiente su situación cambió y ya no está en los niveles en los que se puede compartir y repartir, el mismo individuo, invita mucha gente, pero con un pollo frito y un refresco de dos litros, alcanza a darles de comer a todos los que llegan y hasta le sobran piezas. Estaban hablando de las marchas y la cantidad de asistentes, la verdad no sabemos el por qué sacaron a relucir esa referencia.

EN UN CORRILLO MENOS FIFÍ, en un corrillo placeril, esos corrillos de los hombres de la banca, pero de cualquier banca de la plaza de armas, comentaron, y juraron y perjuraron que así era, que la segunda marcha, la de apoyo al presidente, fue una auténtica marcha ciudadana. Sin lugar a dudas sostuvieron, fue eminentemente ciudadana. Enseguida agregaron, vean si no, fue convocada por el ciudadano presidente, secundado por los ciudadanos y ciudadanas que integran su gabinete legal y ampliado. Obviamente esos ciudadanos la encabezaron y estuvieron acompañados de muchos ciudadanos gobernadores, ciudadanos senadores, diputados, alcaldes regidores, síndicos y demás ciudadanos funcionarios. Ciudadanos dirigentes de partidos afines a la 4T y muchos ciudadanos más. Marcha ciudadana fue entonces. Ahí también se concluyó que las marchas fueron un simple ejercicio para mostrar el músculo que se tiene. NOSOTROS DECIMOS:

Se dijo en son de lisonja

Que se mostró musculatura

Más mucha gente asegura,

¡Que se vio mucho pellejo y lonja!  

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