Leopoldo Pacheco | 01/12/2022 | 02:51
A pesar de los esfuerzos sin precedentes que se han logrado durante la presente administración que encabeza el Gobernador del Estado Ricardo Gallardo Cardona, en donde hemos podido constatar el mejoramiento de la infraestructura, la depuración del personal médico, el equipamiento que ahora es ya realidad en los hospitales públicos, no obstante todo ello, el viacruxis de los pacientes y sus familiares lamentablemente sigue siendo el mismo al tiempo de enfrentar la insensible actitud del personal sindicalizado de las áreas de trabajo social, cuyo trato a las personas que acuden por tratamiento médico y en muchos casos urgencias, se someten a intensos interrogatorios y trabas burocráticas por parte de este personal que poco o nada les importa las circunstancias en las que llegan muchos ciudadanos. Si buscan el servicio médico público es precisamente porque no pueden pagar un servicio médico privado, es porque precisamente hay una necesidad apremiante y que refiere muchas veces entre la vida y la muerte y la angustia que viene acompañada con ello es precisamente el ingrediente que hace su transitar por los servicios de medicina de las instituciones públicas una verdadera infamia.
Y en ese sentido no podemos dejar de señalar que este tipo de actitudes chocan inevitablemente con los objetivos planteados por el nuevo gobierno de atender de primera mano a los potosinos con necesidad, este es aún el lastre de lo que prevalece en los servicios de salud aún como herencia maldita, y las huestes sindicales que engordaron con el beneplácito de las anteriores administraciones que representaron una verdadera mafia mientras ostentaron el poder en la administración pública.
De ahí el comentario amigo lector si es que usted no ha tenido la necesidad de acudir al servicio médico de salud y enfrentar a esa parte que refiere al trabajo social, que en lugar de ser facilitadores se convierten en una pared, en un no se puede, en un muy difícil.
De que sirve entonces que se haga un esfuerzo mayúsculo por mejorar los servicios de salud como se ha hecho ahora en el hospital central Ignacio Morones Prieto donde se cuenta con equipamiento de primera, instalaciones, personal médico profesional.
Vale la pena recordar que apenas saliendo de la crisis sanitaria por COVID 19 y que ahora parece presentar nuevas complicaciones por circunstancias de enfermedades respiratorias que se combinan por el regreso a la nueva normalidad, contagios por enfermedades respiratorias relacionadas con la llegada de bajas temperaturas; los servicios médicos apenas, después de dos años de postergar cirugías e innumerables tratamientos médicos, le dan por la cabeza a los pacientes por las inercias a la que están acostumbrados los burócratas aquilosados en sus escritorios que en lugar de sumar a los esfuerzos más bien parece que están empeñados a no salir nunca de sus zona de confort, ante el reto de cambiar y mejorar la realidad que hoy se vive cuando se solicita el servicio médico.
Esto sin duda tiene que cambiar en aras de que exista una verdadera congruencia por el bien de la población que más lo necesita.
HASTA LA PRÓXIMA.