San Luis Potosí, SLP.- El 30 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), esta campaña se identifica con el símbolo de un lazo azul. Esta conmemoración surgió a finales del año 2012 como una propuesta para visibilizar la importancia de la prevención y detección oportuna de este tipo de alteraciones alimentarias y disminuir de esta forma su estigmatización.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se caracterizan por una alteración persistente de la alimentación que afecta la salud y el funcionamiento de las personas. Y los principales trastornos son la Anorexia Nerviosa, Trastorno por Atracón y Bulimia. La Anorexia Nerviosa y la Bulimia son más comunes en mujeres que en hombres y por lo general comienzan en la adolescencia o en los primeros años de la adultez. El Trastorno por Atracón puede aparecer a mayor edad y es más probable que sea en varones.
Las personas con Trastorno de la Conducta Alimentaria tienen alto riesgo de desarrollar otros trastornos médicos graves como problemas en el corazón y los riñones, depresión, ansiedad, dificultades para dormir, abuso de alcohol o drogas, problemas de memoria y atención. El tratamiento debe ser integral e incluir psicoterapia individual, terapia familiar, terapia de grupo, tratamiento farmacológico y un plan de alimentación saludable. El manejo involucra un equipo interdisciplinario que incluye un médico psiquiatra, un psicoterapeuta, un nutriólogo y un médico general.
Para recibir atención especializada en los Servicios de Salud de Gobierno del Estado existen: el Centro Integral de Salud Mental en la capital del Estado (CISAME SAN LUIS), el Centro Integral de Salud Mental en Ciudad Valles (CISAME VALLES), la Clínica Psiquiátrica “Dr. Everardo Neumann Peña”, el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” (consulta de psiquiatría), el Hospital General de Rioverde (consulta de psiquiatría) y el Hospital General de Matehuala (consulta de psiquiatría). Es importante acudir a tu Centro de Salud para recibir orientación y referencia a las unidades especializadas.
El trabajo coordinado del equipo de Salud y familiares de pacientes con trastornos de la conducta alimentaria, disminuye la estigmatización y mejora la adherencia al tratamiento. Otra forma de prevenir alteraciones en la conducta alimentaria en edades tempranas, es incluir programas educativos en temas que aborden la imagen corporal, los hábitos saludables de alimentación y las causas y consecuencias de los trastornos de la conducta alimentaria.
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