Vías de CDMX como Reforma y Chapultepec quedaron convertidas en estacionamientos por los autobuses que trajeron a obradoristas
Lo mismo sobre Avenida Chapultepec que en Circuito Interior, también sobre la lateral de Paseo de la Reforma y Calzada Chivatito, llegaron a Polanco, sobre la calle de Leibnitz, cientos de autobuses y camionetas procedentes de los 32 estados del País y de la periferia de la ciudad han hecho del corredor Reforma-Chapultepec un gigantesco estacionamiento.
Algunos sufrieron con la ruta y, pese a que venían guiados con GPS, dieron vueltas sobre las vías cercanas a la Estela de Luz para poder dejar a su pasaje.
Fue el caso de los choferes de la Ruta 36 de Chalco, quienes llegaron cerca de las 8:30 horas a espaldas del Camino Real con casi tres mil personas procedentes del Oriente del Valle de México.
"Son como 200 camionetas, todos venimos llenos, nos caben 14 o 15, pero algunos le meten 17. Multiplíquele 15 por 200, trajimos como a tres mil, pero hay un chingo más, nosotros sólo somos una ruta", dice uno de los operadores quien confiesa que el servicio lo hicieron a petición de su líder.
Los puntos clave para dejar a sus pasajeros fueron las inmediaciones del Metro Chapultepec y cerca del Campo Marte debido a que la logística indicaba que los contingentes se sumaron a partir de la Estela de Luz y evitar que se sumaran por delante de la vanguardia de la marcha que arrancaría a las 9:00 horas del Ángel de la Independencia encabezada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La lateral de Circuito Interior al cruce con Reforma estaba prácticamente atrofiada cerca de las 10:00 horas, los autobuses foráneos y de la Ciudad de México se estacionaron en doble fila dejando solo un carril.
Quienes no pudieron llegar por esa zona fueron desembarcados cerca del Auditorio Nacional, los autobuses y camionetas en las que llegaron se estacionaron sobre Calzada Chivatito, Arquímedes y la Calzada Mahatma Gandhi. También ocuparon la vía que rodea el Centro Cultural del Bosque.
Tras dejar a sus pasajeros, los choferes aprovecharon para descansar, desayunar o hacer arreglos a sus vehículos, algunos idearon una escapada rápida al Zoológico y hubo quien quería llegar al Zócalo en Metro, todo antes de volver al estrés de dónde recogerían a sus pasajeros o cómo saldrían del nudo vial en el que estaban metidos.
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