Lupillo González | 16/11/2022 | 06:02
Es impresionante como ha crecido la polarización política durante este sexenio. Simplemente no existen puntos intermedios ni tonalidades, es blanco o es negro. Esta división que se vive en nuestro país ha sido incitada todos los días desde palacio nacional y el primer mandatario de la nación Andrés López Obrador en su famosa conferencia mañanera, se ha dedicado a meterle más y más gasolina al fuego.
Como era lógico, ahora que se tocó el tema de la Reforma Electoral las cosas subieron de tono. En redes sociales la crispación está a la orden del día y se acentúa más en Twitter. La marcha del pasado domingo en lugar de centrase en el tema elemental que era el INE, por muchos lapsos estuvo enfocado a debatir sobre la cantidad de gente que salió a las calles en diversas partes del país. Vayamos a lo esencial y al epicentro del tema. Por un lado, el gobierno y sus seguidores señalan que el INE no va a desaparecer ni estará bajo el control oficial, que se harán ajustes de fondo eso sí, pero la desaparición de los consejos estatales si está clara en la propuesta de reforma electoral.
En cambio, los opositores llamados “conservadores y fifis” desde le cúpula presidencial, emitieron una evidente alarma, al sospechar que, si no se alza fuerte la voz ahora, pueden en fecha próxima secuestrar el proceso electoral y regresar al oscuro pasado que nos remite a 1988.
Todos esos dimes y diretes, quedaron casi eliminados al darse a conocer la postura del presidente del PRI, Alejandro Moreno “Alito” que el martes pasado a primera hora avisó que la oposición va en contra y Morena y sus aliados no alcanzan los votos que se requieren para concretar esta reforma electoral. Horas más tarde, López Obrador en su cotidiana “mañanera” ya un poco resignado, se limitó a decir que entonces van con todo a realizar modificaciones en las leyes secundarias.
Donde hasta los de Morena andaban inconformes, fue en la parte donde la reforma buscaba limitar los recursos públicos a los partidos políticos durante los tiempos que no son electorales. Ahí si el consenso casi fue unánime.
DÍA DE LOS INCENTES ANTICIPADO
El que anda tratando de lanzar cortinas de humo que más bien parecen bromas adelantadas por el “día de los inocentes”, es el fiscal general José Luis Ruíz Contreras que ahora que el ex secretario de salud Miguel Ángel “N” en su pasada audiencia, se dijo perseguido político y que no podía entender porque solo lo tienen preso a él. Al siguiente día para evadir el bulto, el Fiscal salió a declarar que no se descarta llamar a declarar a Mónica Rangel como imputada en el proceso judicial que enfrenta su sucesor. ¿Quién va a creer ese cuento? Sí todo mundo vio el burdo montaje teatral que se hizo en el caso de la doctora y queda muy pero muy evidente el descarado acuerdo para dejarla intocable. Ella fue acusada solo por el 2% del total del impresionante desfalco que se vivió en los servicios de salud. La verdadera red que operó ahí durante el pasado sexenio siempre ha sido intocable. La herencia maldita impune y burlándose.
DE MAL EN PEOR
Donde se está viviendo un retroceso alarmante es en la Auditoría Superior del Estado y viendo los diversos informes finales del 2021, es realmente cínico el trabajo observado a los diversos entes auditados. Cada vez más profusos y difusos, donde al parecer de la noche a la mañana ya no existe corrupción y el manejo de los recursos públicos se hizo casi intachable. Ronda la sombra de aquellos terribles tiempos de “Mayorga” y “la manzanita”, que pensamos ya se habían superados y que la ecuación corrupta fue desarticulada. Alarman los resultados que entregó la ASE ya que están rechinando de limpios y con un fuerte olor a blanqueador. Los funcionarios corruptos podrán dormir tranquilos, al final el vapuleado pueblo potosino será por enésima vez quién pague los platos rotos.