La Doctora en Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad de Copenhague con especialidad en grasa parda, Susanna Soberg, reúne en un libro el estudio más completo sobre los baños en aguas frías.
El estudio explica el poder de la actividad para aumentar el consumo de calorías, provocar alegría y sentir paz. Una invitación a abandonar nuestro cómodo estilo de vida y quizá también una solución ante el problema del gas derivado de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Entre algunos de los beneficios que ofrece la poco ortodoxa práctica se encuentran:
SISTEMA NERVIOSO PARASIMPÁTICO
Al entrar en contacto con el agua fría, estabiliza la serotonina, neurotransmisor que controla las emociones.
GRASA PARDA
Se activa y utiliza la glucosa y la grasa del torrente sanguíneo como combustible para producir calor en el cuerpo.
LOS PULMONES Y EL CORAZÓN
Reflejo de jadeo y de hiperventilación. Mayor flujo sanguíneo a los órganos, reducción de pulsaciones.
SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO
Activación hormonal y neural de la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol como reacción de alarma.
EL CEREBRO
Disminución de las funciones cognitivas al reducirse un 30% el flujo sanguíneo. Mejora el humor por aumento de la noradrenalina.
SISTEMA INMUNE
Se ve reforzado por una mayor excreción de glóbulos blancos,monocitos y un mayor sistema antioxidante.
