Jueves 18 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

El exalcalde Xavier Nava ante un espejo roto

Armando Limón | 07/11/2022 | 01:44

¿Dónde quedó el envalentonado Xavier Nava que fue a patear la puerta de Palacio Nacional para exigir más recursos acompañado de una turba de opositores? ¿El que se presentó como un político diferente y honesto, elegido por derecho de sangre para promover un cambio en San Luis Potosí que resultó un retroceso? 

 

Su estrella política se apagó en el último año de su trienio como alcalde, quiso ser el candidato del PAN a la gubernatura y fue rechazado, y ya preso de la desesperación dio un cabriola ideológica que terminó en su tumba política al ser impuesto como candidato de Morena para reelegirse y el electorado le dio la espalda. 

 

Después fue inhabilitado durante 18 años por el Congreso del Estado para ocupar cargos públicos por violar un amparo y construir un puente sobre un predio ejidal. No se recuerda una carrera política que se haya consumido tan rápido como la de Nava, en el fuego de sus propios errores, abusos y endiosamiento; y se alió incluso a los enemigos históricos del navismo.

 

Ejerció el poder municipal acompañado de un círculo de amigos de su mismo talante arbitrario y todos con el padrinazgo del exgobernador Juan Manuel Carreras y de los chuchos, galileos, Emilio Álvarez Icaza, Javier Sicilia y otras figuras de la escena nacional que desestimaron la historia, dignidad y arrojo de las y los potosinos para sacudirse a malos gobernantes.

 

Ha llegado su momento de la rendición de cuentas porque la Auditoría Superior de la Federación y la Auditoría Superior del Estado le exigen que responda por más de 650 millones de pesos que ejerció fuera del marco legal y violó topes establecidos, incurriendo en graves omisiones y diversas irregularidades que aparecen debidamente documentadas en los pliegos de observaciones de su cuenta 2021.

 

Nava se sobregiró en gastos personales, infló la nómina con aviadores, contrató a abogados sin justificarlo, mantuvo una banda de golpeadores, hizo compras a sobreprecio y de medicamentos caducos, el servicio médico fue un desorden, no comprobó la entrega de apoyos sociales, al igual que el pago de horas extras y días festivos; la millonaria licitación de las luminarias dejó muchos indicios de que solo fue un negocio para unos cuantos y de remate las irregularidades en la cuenta pública del Interapas confirman que no es una persona a la que hay que confiarle el manejo de los recursos públicos.

 

Con su caída se lleva al oxidado Frente Cívico Potosino que pretendió resucitar al saberse en la orfandad política, erigiéndose en una presunta autoridad moral para juzgar a sus adversarios por conductas que a él mismo le atribuyen los organismos fiscalizadores; ya quedaron atrás los tiempos en que una minoría de santurrones decía encarnar la defensa de los derechos del pueblo cuando solo buscaba su beneficio personal.

 

La lección que deja el exalcalde es la reiteración de que el navismo no funciona en la administración pública porque no aplica los principios que pregona cuando está en la oposición, al llegar al poder se transforma e incurre en los mismos y peores vicios de las fuerzas políticas a las que cuestiona.