Armando Limón | 31/10/2022 | 00:21
Por las múltiples afectaciones económicas y de vialidad que causa la plaga de vendedores informales que desde hace décadas infesta el centro histórico se ha convertido en otro dolor de cabeza para las autoridades municipales y que por lo espinoso del problema varios alcaldes anteriores optaron por no meter la mano en busca de su solución.
Aunque se han planteado diversas opciones para su regulación de la que su reubicación se contempla como la que mejores resultados daría y que los grupos que integran estos vendedores rechazan tajantemente pues se niegan a irse a instalar a otro sitio alejado de la zona que registra mayor concurrencia de personas como es la zona céntrica.
En algunos intentos de controlar su actividad hasta han colaborado como la de reubicarlos temporalmente en la alameda Juan Sarabia para regresar a los sitios que ocupan en el centro tan pronto se vence la temporada que aceptaron dejar como también han rechazado reubicarse en el mercado San Luis 400 por la misma razón.
Incluso, se llegó al extremo de utilizar la fuerza pública para desalojarlos del centro pero inmediatamente después de que se sofocaba la escandalera regresaban a donde estaban.
Ahora con todo y los riesgos de desatar conflictos con ese gremio, el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos decidió entrarle al asunto por la vía legal, lo que empezó a hacer desde hace unos días tan solo con solicitar el permiso correspondiente a los vendedores de la calle Hidalgo y proceder a desalojar a los que no están en regla.
Es de hacer notar que gran parte de los casi tres mil informales instalados en el centro ostentan los permisos ilegales que al final de su administración expidió el alcalde anterior Xavier Nava Palacios por lo que han sido retirados los de esas fechas que se detectan aunque se estima que tienen sus permisos en regla algo así como 700 u 800 a los que se respetará su actividad.
Ya con el pasaje limpio de ambulantes se continuará con toda la calle Hidalgo hasta dejarla limpia de ambulantes para llegar hasta la explanada Ponciano Arriaga ya convertida prácticamente en un zoco peligroso.
Con el fin de lograr un rescate tranquilo del esplendoroso centro histórico es posible que hoy Galindo comience pláticas con los dirigentes de sus organizaciones a efecto de acordar el uso de puestos presentables para realizar sus vendimias y que sustituyan los que usan armados con todo tipo de materiales sin ninguna uniformidad que es lo que se pretende hacer con los nuevos que se acordarían para mejor imagen de la zona céntrica.
Es de esperarse que sean los dirigentes Antorchistas los que saquen a protestar a los vendedores que controlan argumentando represión y daño a su derecho al trabajo cuando nunca se preocuparon porque estuvieran legalmente autorizados para sus vendimias.