Miguel Ángel Guerrero | 25/10/2022 | 01:41
Ni el gobernador Ricardo Gallardo Cardona ni el titular de la sedeco Juan Carlos Valladares deberían sufrir el intenso estrés que debe provocarles la incertidumbre de los directivos de la armadora alemana BMW respecto de si deciden instalar su nueva planta armadora de vehículos eléctricos en San Luis u optan por abrirla en Estados Unidos pues como buenos capitalistas que deben ser elegirán el lugar para realizar la inversión de mil millones de dólares que costaría en el lugar que más rentabilidad les garantice como ,lo hizo la general motors y por lo que desistió la Ford de abrir aquí una nueva planta.
Es más según opiniones de algunos empresarios locales los altos directivos de la automotriz teutona ya deben tener debida y detalladamente analizadas y concluidas las condiciones, ventajas y desventajas que les ofrece llevar su inversión al vecino país del norte o rectificar y traerla a territorio potosino por lo que ninguna razón que no sea de orden económico influirá decisivamente en su decisión final.
Por la ubicación geográfica del estado SLP empezó a ser atractivo para la industria automotriz de tal modo que desde la última década del 2000 y la de los noventas varias firmas empezaron a mostrar interés por abrir aquí nuevas plantas aunque la mayoría no pasó de meras intenciones pues todavía se recuerda que hasta la armadora peogeot se interesó en invertir en SLP.
Incluso, durante el corto mandato del gobernador interino Gonzalo Martínez Corbalá directivos de la nissan le expresaron su intención de abrir una planta aquí, sin embargo, al enterarse de las múltiples facilidades que requerían, como terreno gratuito servicios públicos y facilidades fiscales el gobernante se desinteresó y la empresa mejor se fue a Silao, Guanajuato.
Fue Marcelo de los Santos, debe reconocerse el que abrió el camino para que iniciara en SLP la creación del clúster automotriz al concretar la apertura de la planta de la GM y más se amplió con la llegada de la primera planta de la BMW a San Luis en el 2019.
Ahora el estado potosino se encuentra en pleno estira y afloja con los directivos de la firma alemana a los que Valladares y compañía tratan de convencer de las bondades que ofrece San Luis a la inversión extranjera para que se decidan por nuestro estado para abrir su nueva planta aunque, insistimos, las que mejores posibilidades en rentabilidad les brinden así como las que les planteen la gente de Estados Unidos es por las que se inclinarán si no es que hasta ya decidieron su elección y se hizo la lucha de traerlos y ni acceden a otra cosa mariposa toda vez que las facilidades que ofrece SLP a los inversionistas extranjeros están sobre la mesa y si no quieren pues ni hablar.