Establece prioridades
Si bien las actividades extracurriculares son importantes, no se debe olvidar que el estudio es primero.
Por ello, es crucial tanto evitar procrastinar como realizar y entregar en tiempo y forma las asignaciones escolares.
"Tu primera responsabilidad es obtener altas calificaciones y aprender todo lo que puedas de tus clases (...) no basta con hacerlo bien en los exámenes, debes aprender el material para poder aplicarlo después de graduarte de la universidad", enfatiza la organización no gubernamental y sin fines de lucro Forté en su sitio web.
Crea un horario
Para compaginar actividades satisfactoriamente se requiere organización y un buen control del tiempo.
Lo anterior se puede conseguir mediante la creación de un horario que contemple tanto actividades académicas como tiempos libres.
Esto permitirá detectar qué espacios se tienen disponibles, el tiempo real para efectuar alguna actividad y definir qué se hará en dichos lapsos.
Sé selectivo
Muchas universidades cuentan con un amplio espectro de actividades extracurriculares.
Deportivas, artísticas, culturales, sociales, de voluntariado y otras más cercanas al ámbito académico como el aprendizaje de idiomas son algunas de éstas.
Es prioritario que se reflexione sobre cuáles realmente llaman la atención de la persona y en cuáles le gustaría formar parte activa.
Optar por más no sólo consumirá gran parte del tiempo disponible, sino puede afectar el rendimiento en las otras y en la academia.
"Lo mejor es elegir no más de tres o cuatro actividades y centrarse en ellas a través de la obtención de posiciones de liderazgo", asevera la Universidad McKendree, en Estados Unidos.
Toma descansos
El descanso es un elemento del que no se puede prescindir.
Establecer descansos entre actividades, ya sean académicas o extracurriculares, permite despejar la mente y darle tiempo al cuerpo para recuperarse.
En este sentido, también es recomendable respetar horarios de comida y de sueño a fin de mantener un estilo de vida sano.
Busca apoyo
Un error de la etapa universitaria es pensar que se está solo.
Las instituciones de educación superior cuentan con servicios de apoyo, como mentoría, consejería y atención psicológica, a las que se pueden acercar a fin de recibir ayuda.
Por ejemplo, si se detecta un problema de aprendizaje, los estudiantes se pueden acercar a docentes especializados en el tema e inclusive otros compañeros a fin de desarrollar estrategias personalizadas que faciliten la adquisición de conocimientos y por tanto el desarrollo de otras actividades.
Asimismo, aprender a declinar invitaciones, como salidas sociales o participaciones en eventos u otras actividades ayudará a los jóvenes a no abrumarse y a sacar sus pendientes en tiempo y forma.
