Martes 23 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La recompensa que se busca

Oscar Esquivel | 21/10/2022 | 00:05

Que la vida recompense a quién haga el bien y al que hace el mal, no habrá recompensa para los perversos “Nuestra recompensa se halla en el esfuerzo y no en los resultados. Un esfuerzo total es una victoria absoluta” Gandhi. 

 

No nos explicamos como en ocasiones los mexicanos nos sentamos a esperar recompensas creyéndonos merecedores de recibir toda clase de elogios, regalos, reconocimientos sin haber luchado por ello, otras veces, simplemente somos meros observadores de quienes verdaderamente luchan día a día por alcanzar sus propias metas, sin olvidar que su esfuerzo puede trascender al mundo. Cuando alguna persona llega a su plenitud de vida, adultos mayores enfermos o simplemente cansados, satisfechos con lo realizado, comenzarán a sentir que la muerte será la mayor de las recompensas a sus esfuerzos.      

                                                                                                                   

“Cuando haya visto expirar a todos los enemigos de mi patria, entonces ya nada tendrá que desear mi corazón, y mi esperanza quedará en una eterna sublime apatía, al ver asegurada para siempre la libertad del pueblo americano” …entonces quedaré bien recompensado.

 

Buscando las respuestas entre lo profundo del pensamiento humano, queriendo encontrar la palabra precisa, la verdadera razón por el cual permitimos como pueblos nos sucedan cosas desagradables, terribles y hasta obscenas, inmersos en el mar turbulento del caos, en un mundo inventado para ser rehenes del consumismo, atraídos por una globalización occidentalizada. Ahora somos los prisioneros del quienes generan esos artículos de consumo, que nos hacen sentir “recompensados” por tanto esfuerzo, y así, mantenemos a millones de chinos, que, gracias a la voracidad de los norteamericanos, hoy el mundo yace sumergido en el pantano de su propia creación. 

 

Las economías mas poderosas del mundo se equivocaron, al creer que el dinero invertido en el oriente del mundo, tendría como recompensa artículos de calidad y baratos, al cabo del tiempo todo fue al revés, los asiáticos aprendieron de calidad, se hicieron ricos, generaron sus propias tecnologías y hasta las mejoraron, así obtuvieron su preciada retribución, el gran premio lo han ganado, irónicamente el sistema comunista venció al capitalismo con su propia arma, el dinero,  China es la primera superpotencia económica. 

 

México apostó durante décadas al mercado norteamericano, cuando el llamado neoliberalismo llego ofreciendo el remedio económico, para curar la pobreza generada por el sistema populista de centro izquierda, manejada desde la hegemonía del partido Revolucionario Institucional; hoy con los Estados Unidos somos el segundo socio comercial, muy de cerca Canadá que en ocasiones revierte la tendencia por meses en un año, pero los chinos continúan ubicándose en primer lugar como su principal proveedor, los norteamericanos son dependientes del mundo. 

 

Al cierre del 2021, tuvimos un superávit los vecinos del norte nos compraron 384mil millones de dólares y ellos nos vendieron bienes y servicios por 325mil, no estuvo mal pero por alguna razón de falta de visión o simplemente los economistas ex presidentes formados en las universidades estadounidenses, no vieron el potencial de mercado de la Unión Europea o de la misma región asiática, es decir,  tenemos una dependencia tan peligrosa de la economía Norteamericana, que nos hace tan frágiles, casi limosneros; el 79.2 % de la exportaciones mexicanas van para el norte, en comparación, a toda Europa solo les vendemos el 4.3% del total, además que el déficit comercial es del 10.5%, les compramos más de lo que les vendemos.

 

Estamos o somos meros espectadores de las oportunidades, en tiempos de guerra como la que se vive hoy en día, es el mejor para hacer negocios con los países que de alguna manera directa se ven afectados, Alemania, Polonia, Países Bajos. Es frustrante ver como estas oportunidades se pierden gracias a las políticas del permanente desmantelamiento de la infraestructura petrolera que comenzó con el Salinismo, todas la refinerías del país olvidadas, chatarrizadas, seis refinerías que trabajan al 70% de su capacidad, por sus condiciones deplorables y la falta de materia prima, por increíble que parezca no podemos ni abastecer nuestras propias refinerías, pronto entrara al quite Dos Boca, pero sin petróleo, la gasolina de bajo costo, será una palabra en el viento.

 

Todo lo acabaron, todo se llevaron, ya casi no queda nada.

Desafortunadamente para el planeta, el petróleo y el gas, seguirán por años siendo el combustible que mueva al mundo, a pesar de los ambientalistas y el planeta. Aquí en México los merolicos políticos no se cansan de tirar la piedra y esconder la mano, por otro lado, están los estultos usuarios de las redes sociales.

 

Podríamos mencionar un sin numero de oportunidades que se presentan para la economía del país, pero se sigue priorizando las grandes inversiones con apoyos gubernamentales e incentivos que permiten a empresas extranjeras, crecer a costa de la mano de obra barata están las Pymes y microempresas olvidadas, para ellas los incentivos son inexistentes, gracias a eso, la informalidad de la economía crece sin parar. 

 

Si queremos recompensas, comencemos con establecer políticas económicas adecuadas a las circunstancias del país, no a caprichos extranjeros, políticas económicas sin ideologías con metas a largo plazo, adecuarlas solamente a causas justificadas, una economía que tenga sello único de Estado, no de sexenio.

Nos saludamos pronto.

 

OSCAR ESQUIVEL.