Acosómetro universitario: ¿qué es y cuál sería su función?

Con el fin de facilitar el reconocimiento y la denuncia del hostigamiento sexual en las universidades, el Observatorio Nacional sobre Violencia en las Instituciones Educativas propuso la implementación de un acosómetro universitario.

 Dicho instrumento permitiría establecer qué acciones son consideradas violentas y el grado de las mismas: leves, graves y muy graves, explicó Rosalía Carrillo Meráz, fundadora del organismo, a través de un comunicado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 "Las primeras son aquellas que causan incomodidad en las víctimas; las segundas, además de la molestia causan daño psicológico, es decir, generan miedo, ansiedad y trastornos del sueño, entre otros malestares, mientras que las terceras, aparte de las anteriores afectaciones provocan daños físicos, cuando se transgrede el cuerpo de las mujeres", se precisó en el documento.

 A decir de la también investigadora de la UAM Unidad Iztapalapa, la iniciativa, que está inspirada en el "Violentómetro" del Instituto Politécnico Nacional (IPN), buscará incitar a la comunidad femenina a denunciar y hacer visibles agresiones normalizadas tanto en el ámbito social como educativo.

 De acuerdo con la propuesta, las violencias consideradas leves podrán tratarse mediante la mediación y la conciliación.

 "Empoderando a las estudiantes para que puedan hacer evidente que están siendo vulneradas; por ejemplo, si alguien opina sobre su cuerpo, que ellas puedan poner un alto de manera directa, porque nos hemos dado cuenta de que si esto se convierte en una denuncia para que las autoridades tomen decisiones se van a tardar meses", aclaró Carrilla Meráz.

 En tanto, las agresiones graves deberán ser atendidas por autoridades universitarias con apoyo de unidades de género y con base en los protocolos y la normatividad vigente, mientras que las muy graves serán competencia del Ministerio Público para ser penalizadas con base en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. En esta situación, sólo se le dará aviso a la casa de estudios.

 A juicio de la especialista, en los centros de educación superior se realizan esfuerzos por reconocer, denunciar y visibilizar la violencia por razones de género.

 No obstante, persisten factores negativos como una cultura de simulación, falta de campañas de prevención, ausencia de compromiso de la comunidad, desconocimiento de la perspectiva de género por parte de quienes imparten justicia en las instituciones y falta de proporcionalidad entre la sanción y el error cometido derivada del desconocimiento de la gravedad del fenómeno.