'O todos coludos o todos rabones'

Ante la polémica que ha desatado el ayuntamiento capitalino por el anuncio de que hará ajustes al cobro de  los valores catastrales a  efecto de que quienes han modificado para agrandar sus bienes inmuebles paguen lo que amerita dicha acción así como muchos que tienen registrada su propiedad como de un solo piso a pesar de que sobre el terreno han levantado edificios de departamentos o construido plazas comerciales en mucho  la mitigaría si paralelamente anuncia la decisión de cobrar lo justo a los grandes consumidores de agua como los grandes clubes sociales y deportivos al igual que a los enormes fraccionamientos de residencias de lujo que junto con la mayoría de las enormes plazas comerciales pagan ínfimas cuotas por el consumo del vital elemento líquido además de que varios ni siquiera pagan algo.

A reserva de los porcentajes en que se incrementen los valores catastrales con lo que el gobierno municipal espera elevar sus ingresos propios también lo haría en una buena medida si logra meter al orden en el pago del agua a los dueños de bienes y grandes negociaciones comerciales que junto con los propietarios de la mayoría de los enormes hoteles que existen en la ciudad no pagan lo justo por la que consumen en una situación que el Interapas no ha logrado regularizar pese a que se trata de varios millones de pesos los que podría ingresar en caso de obligarlos a que cubran los pagos adecuados que mucho servirían al organismo para adquirir equipos de bombeo para los pozos, adquirir pipas para el abasto en tiempos de crisis y hasta para la renovación de su parque vehicular medida con la que el alcalde Enrique Galindo bien puede equilibrar el efecto que ha causado el posible ajuste de los valores catastrales que muchos los ven como un aumento directo al impuesto  predial toda vez que daría respuesta a aquello de “o todos coludos o todos rabones”.

CABOS SUELTOS

Por el reblandecimiento del suelo causado por las lluvias que provoca el riesgo de la caída de grandes árboles se hace necesaria una revisión en vialidades donde hay grandes y añosos que en cualquier momento pueden venirse abajo como en la calle de Reforma en el tramo comprendido entre Julián de los Reyes y Nicolás Zapata que de llegar a caer por su grosor y frondosidad pondrían en peligro de las personas sobre las que pudieran caer, lo mismo por el parque de Morales y aún la plaza de San Francisco así como los jardines de todos los barrios pobladas de grandes y añosos árboles que la humedad puede hacer que caigan, peligro que puede conjurarse con una buena revisión de sus condiciones para no estar mañana lamentando una tragedia que bien puede prevenirse con un poco de esfuerzo del personal de protección civil.