El pasado fin de semana, la lluvia se hizo presente en el estado de Nuevo León, donde, a pesar de generar pérdidas humanas y daños materiales, fue recibida con gran alegría debido a que la entidad ha sido de las más afectadas del país por una severa sequía que redujo considerablemente el agua en sus presas y cascadas.
El nivel de agua de la presa La Boca en Nuevo León subió a 60.9 por ciento, luego de que hasta hace unos días se encontraba a 39.1 por ciento de su capacidad total.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que gracias a las lluvias de las últimas 24 horas los niveles de las presas de Nuevo León se incrementaron.
Lo anterior permitió que al embalse entraran 7.6 millones de metros cúbicos de agua para alcanzar 60.9 por ciento de su capacidad.
El aumento de la presa La Boca fue celebrado por el gobernador Samuel García, quien dijo que en cuanto disminuyan las lluvias, esto se empezará a notar en el servicio de agua.
«Pronto saldremos de la crisis, gracias por su paciencia y a seguir cuidando el agua. Necesitamos ciudadanos de 100 (litros).
En febrero el director de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, alertó sobre los niveles de almacenamiento de la presa ya que contaba con líquido para abastecer a la población sólo 16 días más.
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