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De muerto a fantasma

Oscar Esquivel | 02/09/2022 | 05:25

Las ánimas del más allá están asustadas ¿quiénes eran estos seres en vida? algún héroe bueno o villano seguramente, sus nombres se grabarían en la historia nacional o tal vez serían unos simple mortales.  Los días y las noches las pasaron seguramente con alegría y sus almas están guardadas en el corazón de quienes los amaron ¿su última noche estaría llena de estrellas o la oscuridad absoluta cubrió su último aliento? 

 

La muerte convierte las almas en entes fantasmales, que recorren los pensamientos que se agrietan con el recuerdo, pero, ¿Qué es un fantasma?  “Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez” dolería la metamorfosis de carne a fantasma, “un instante de dolor quizás. Algo muerto que parece por instantes vivo aun”, en la búsqueda de conocer la verdad los reconoceremos posiblemente “como un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en el ámbar, un fantasma, eso soy yo” Federico Lupi de (Guillermo del Toro)

 

Cuando alguien muere de manera violenta, se expone una herida como una gran zanja donde corre tierra y lodo, se aniquila la historia de la persona y cambia el sentido de su entorno cercano, de igual forma la de su comunidad que no lo vera más.

 

 Hay muertes por racismo consistentemente perpetrado por el poder público, este se olvida de sus acciones y va creando sus propios fantasmas, que los persiguen hasta después de haber estado en el juego de poder.

 

 Encontramos almas errantes sumidas en la desigualdad, hasta el momento de su partida al otro mundo, a ellos, se les desplazo, se les conquisto ¡ya ni tierra tenían! para enterrar su cuerpo mancillado, esa tierra que les serviría para no permitir escapar su espíritu; ¡ni para un petate le dejaron!, la pobreza lo despojó desnudando su dignidad que nunca se les respetó.

 

Sin negar lo que nos pasa, por culpa de la vorágine despiadada de la violencia, ni provocar sentimientos de culpa, sería sano, realizar una invocación colectiva a todo espíritu fantasma que se desplaza en la nada esperando a la justicia, conoceremos sus deseos y anhelos, aunque ya no se haga realidad, ellos permanecen en el limbo invisibles eternamente a nosotros nos toca exigir por ellos.  Nadie sabe si escuchan las voces de los vivos que por ellos proclaman justicia; si como seres racionales dejamos que deambulen y continuamos tropezándonos con ellos, entonces al no levantar la voz, seremos nosotros los fantasmas del deprecio por el dolor de los demás. 

 

No son historias de horror, ni de fantasmas, ni de espíritus, nuestro México se ha convertido en un país de espectros, seguramente están horrorizados de vernos como sus muertes violentas no tendrán un descanso eterno, porque la diosa Temis que representa la justicia tiro la espada, se destapo los ojos y miro solo a los pudientes, a quienes, si le aplica la justicia, los que si pagan por obtenerla.

 

Que nos hace estar de pie sino soportamos la impotencia que causa la injusticia, la impunidad, la corrupción y el desdén del poder público, la sociedad indiferente ante tal crisis humanitaria que vivimos día con día ¿Qué nos mantiene erguidos? Solo encontramos una razón, la comodidad individual, esa, tal vez, es la respuesta, este bastón llamado “envidioso”, se desgasta poco a poco y seguramente pronto se romperá. 

 

Mientras escribo estas líneas durante unas cuantas horas, fueron segadas 21 vidas de manera violenta, incluyendo feminicidios, 86 asesinatos cada 24 horas, ¡es una barbaridad! 2567 personas en un mes, ahora son fantasmas. 

 

No solo las muertes humanas generan espíritus, cada día se suman a la pobreza miles de mexicanos, un fantasma social de incalculables dimensiones, comenzando con empleos de poca o nula calidad, inferiores a 7mil pesos mensuales de salario, no se diga en las empresas transnacionales del ramo automotriz, y después se quejan los gobernantes del empleo informal, cuando ellos mismos, siguen entregando a la clase trabajadora como ofrenda a los imperios, 

 

El campo ha muerto, por más que se explayen en discursos vacíos y en sus informes digan hasta el cansancio que se apoya a los campesinos, la verdad es otra, existe un grave déficit de producción de alimentos, no se prioriza la vocación agrícola regional, en cambio se “incentiva” la agroindustria que no hace otra cosa que sobre explotar a las comunidades de su escueta y pobre cosecha. Como ejemplo y para aquellos que les gusta tomar Nescafé soluble, la empresa Nestlé paga por kilo a un productor cafetalero chiapaneco o huasteco, la ridícula cantidad de 5 a 7 pesos por kilo, recolectado y seleccionado, cuando un frasco de café soluble de 100 gramos lo venden en 40 pesos. Esto es violencia laboral y explotación humana. 

 

Nos han prometido felicidad, progreso, concordia, dijeron que México cambiaria, que nuestra ciudad sería un edén, lleno de armonía y paz, pidieron paciencia para resolver todos los conflictos, lo que realmente ha sucedido es darnos discursos y soluciones fantasmales, tantos problemas por resolver, que la egolatría no les permite ver más allá de su silla.

 

 La transparencia, por ejemplo, es materia nula, la seguridad pública es propaganda, la salud es un desorden, medicamentos por millones que no se distribuyen, el sistema de vacunación quedo en manos de la burocracia, nuestro orgullo internacional se lo acabaron y los niños quedaron a la quedado a la deriva. El arte para estos gobiernos es un gasto no una inversión, sin embargo, millones se despilfarraron en exacerbar la cultura popular ¡¿Cuánto?! No lo sabremos nunca. Un ayuntamiento donde la opacidad del costo de las obras es su modus operandi, el agua y el medio ambiente poco les importa. 

 

Si algún día se hace realidad las profecías de San Juan en el libro de la Revelaciones, tendremos ante nosotros a los fantasmas que tanto tememos…nosotros mismos ante el final.

Nos saludamos pronto.

 

OSCAR ESQUIVEL