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Los migrantes

Dr. Jaime Chalita Zarur | 29/08/2022 | 07:50

Quienes emigran del país en el que nacieron, ejecutan actos desesperados; casi todas las personas lo hacen por eso. Mantener a sus familias en libertad, para mejorar, es lo que les impulsa. Habrá quienes, infiltrados en las filas de los migrantes, lo hagan para cometer delitos que, luego saluden a la luz del conocimiento general, con historias horrendas que, luego nos van quitando la capacidad de asombro.

 

Presumir el incremento de dinero procedente de las remesas, que los paisanos mexicanos, envían desde el País del Norte, o, de cualquier parte del Mundo, es una derrota para lo que debería ofrecer Mexico, pero que, aún prometiéndolo, jamás ha habido cumplimiento a la población. Siguen saliendo compatriotas de nuestro País, en búsqueda de mejorar.

 

La tragedia de los que dejan sus hogares para emigrar en búsqueda de mejores horizontes y entornos para mejor condiciones de vida, no se detienen. Asaltos, secuestros, violaciones, feminicidios, abandonos a su suerte niños y adultos, muerte desde luego, rodeado todo, de las desgracias más dolorosas que puede un ser humano sufrir.

 

A pesar de lo peligroso, no se detiene el éxodo de personas que van de sur a norte con niña y niños en las travesías que representan el aumento de los peligros que se viven. La semana que termino, una niña de cinco años se ahogó en las aguas muy peligrosas del Río Bravo; aún así, y a pesar de lo que representa la exposición a los peligros, siguen las caravanas caminando al sueño americano. Igualmente para escapar de los países que no brindan la seguridad y libertad de la que s e presume existe.

 

Cada día la esperanza de tener mejores niveles de vida, pensando que atravesar lo inhóspito de la travesía, disminuye, pero no, el ánimo de lograrlo. ¿A quien le gusta dejar su hogar, su entorno donde se encuentra familia y amigos?

 

El hambre, la persecución, lo insostenible de la perspectiva de la vida, la falta de alimento, la escasez de dinero o, la falta del mismo; todo y más, hace a las personas tomar desiciones graves para arriesgar sus vidas.

 

Se impone, lo hemos sostenido muchos tiempo, un nuevo orden mundial, partiendo del humanismo, de las personas y sus necesidades. No me parece que solo exista la necesidad de dinero y si, por el contrario, la inequidad humanitaria.

 

Dejar el modelo económico fundado en lo frío del dinero, es ya un imperativo, una necesidad de estabilidad mundial. El dinero son los números que, como se quiera ver es una ilusión, un invento de intercambio de bienes y servicios por algo que se llama moneda de cambio pero que, lo valeroso es el trabajo con que se obtienen las cosas, la idea creadora que permite generar trabajo.

 

Así que, emigrar a un orden de capital humanista, fundado en el valor de la persona y su intelecto, traducido en acciones de mejoría y, no necesariamente de dinero, abre una nueva forma de vivir más igualitariamente sostenible.

 

@jaimechalita