¿Terminó vida útil del interapas?

Como pasa con casi todo, la vida útil del organismo intermunicipal Interapas parece haber llegado a su fin, precipitado por el desbordado crecimiento urbano, el incremento poblacional, el agotamiento de los mantos acuíferos, la insuficiencia de las presas para coadyuvar en el abasto de agua así como por las ambiciosas y deficientes directivas que ha tenido desde la creación que dieron lugar a que lo carcomiera la corrupción lo han colocado al borde de la desaparición a fin de que de paso a la instrumentación de nuevas políticas públicas para un efectivo abastecimiento de agua a los potosinos, toda vez que ya se encuentra absolutamente rebasado y absolutamente incapaz de cumplir con la responsabilidad para la que fue creado por lo que incluso, se ha manejado la posibilidad de que los ayuntamientos se hagan cargo de esa tarea como lo fue siempre en el caso de la capital.

Todavía hasta la década de los ochentas, el ayuntamiento capitalino fue el encargado del abasto del líquido en la capital potosina incluyendo el cobro por su consumo época en la que, por supuesto aún no detonaba el crecimiento urbano ni el incremento poblacional como se encuentran a la fecha, fenómenos que naturalmente incidieron en el agotamiento de los mantos acuíferos situación agravada por el pavoroso descenso de los niveles de agua en las presas San José y el Peaje principalmente en épocas de sequías como la que se padece que las tiene casi vacías

Para colmo, al crearse el organismo se abrió la etapa de designación de directores que en su mayoría vieron en el interapas una inmejorable fuente de enriquecimiento ilícito convirtiéndolo, aunque parezca un lugar común, en la “cueva de Alí  Babá y sus 40 ladrones” que con el paso de los años y su incontenible explotación llevaron a la ruina  al organismo en la que se encuentra desde hace años y de la que no ha podido salir pues no ha podido ser autofinanciable con el cobro de las cuotas que requiere además un férreo control administrativo que evite a sus directores el manejo discrecional de sus recursos que representa un tentación inmejorable para caer en las corruptelas,  lo que puede verse en el hecho de que no hay uno de sus ex directores que tenga, o haya tenido, problemas económicos después de haber desempeñado el cargo.

CABOS SUELTOS

Para acabarla de amolar en materia de salud, ya se detectó en SLP el primer caso de viruela del mono que de no manejarse la gente con las debidas y obligadas precauciones podría detonar otra pandemia semejante a la del coronavirus de la que no podemos salir todavía, a ver si los necios y reacios a seguir las normas sanitarias insisten en serlo, lo que en su salud hallarán.