Obispos de la Iglesia católica de América Latina repudiaron ayer los constantes hostigamientos que experimentan los sacerdotes de Nicaragua por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) emitió un comunicado en el que rechazó la persecución a los integrantes de comunidades religiosas, el asedio a clérigos, la profanación de templos y el cierre de radios.
"Los últimos acontecimientos (...) nos duelen profundamente", dijo el Obispo peruano Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM).
"La libertad de expresión es un pilar fundamental, que garantiza la existencia de una democracia, que respeta los derechos y los promueve".
También se solidarizaron con el asedio de las autoridades sobre su par de la Diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, un crítico de Ortega.
La Policía Nacional informó el viernes que se abrió una pesquisa contra el Obispo de 55 años, cuya residencia fue cercada desde el jueves por agentes antimotines impidiendo su salida.
Según autoridades, Álvarez es investigado por incitar y ejecutar actos de odio contra la población con el propósito de desestabilizar al Estado y atacar las autoridades constitucionales.
Ortega acusa a los Obispos nicaragüenses de golpistas por abrir los templos a los manifestantes que resultaron heridos en la represión de las protestas que estallaron contra su Gobierno en 2018.
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