Consuelo del ahorcado morenista

Las quejas de los morenistas aldeanas por las supuestas, o reales intromisiones de gente ajena en su proceso de elección de sus consejeros estatales celebrado el pasado domingo suena más a aquello del consuelo del ahorcado cuando la realidad es que les arrebataron el control del mismo por no saber actuar como el partido en el poder que es por su ausencia de liderazgos capaces de marcar el rumbo a su gente y el agudo debilitamiento que muestra su dirigencia nacional, algo que no es privativo del partido guinda pues lo mismo pasa en otros como el PRI y PAN

 Donde todos se mueven como autómatas faltos de alguien que les indique el camino a seguir en las tareas caseras.

Y morena no se maneja como partido en el poder desde el momento en que sus dirigencias no han sabido aterrizar las estrategias de control de su gente y sus procesos ocasionando que gente externa les coma el mandado como ocurrió el pasado domingo.

Si bien todo mundo sabe que el dirigente real de morena en el país es el presidente Andrés Manuel López Obrador quedó claro que carece de efectivos operadores en los estados para el aterrizaje de su línea política en todas partes como lo hizo durante décadas en su etapa dorada el partido tricolor.

Aquí en SLP ya consumado el desplazamiento del guinda en el manejo de su proceso interno se antojan ridículas las grises voces morenistas locales que hablan de impugnarlo y llegar a su anulación no hacen más que evidenciar la pobreza del partido en cuanto hace a la capacidad de sus directivos para dar cauce a sus asuntos e imponer la línea en la designación de su gente en las posiciones estratégicas como fue el caso de los consejeros que se eligieron en la jornada dominical en la que no pudo, o no quiso, intervenir la mencionada como próxima presidenta del comité ejecutivo estatal del partido Rita Ozalia Rodríguez quien no hizo más que sumarse a las quejas morenistas al igual que el delegado Gabino Morales mismo que ante la debacle que se avecinaba optó por correr a refugiarse a la huasteca a la espera de que terminara la tormenta.

CABOS SUELTOS

Lo dicho, transitar de noche por el Circuito Potosí resulta tranquilizador por la seguridad que brinda el nuevo alumbrado y las inmejorables condiciones de la carpeta de rodamiento lo que disipa los temores de sufrir un percance automovilístico y sí se nota ya el cambio en función de las circunstancias de abandono que acusaba tan importante vialidad,