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Antes de ti

Oscar Esquivel | 29/07/2022 | 03:28

Recordar es vivir, cada persona añora con alegría los grandes momentos, la emoción de la niñez y las aventuras de juventud, la observamos en la mente como si hubiera sido ayer, con aciertos y la muy peculiar manera de cometer errores, digamos inocentes. Los recuerdos aparecen con más viveza cuando a la memoria el ayer, llega en el momento exacto de tener éxito o de alcanzar una meta, permite ver un panorama de los caminos andados para llegar a la conquista.

Obtener satisfacción es una necesidad creada que se obtiene desde en el pasado, donde los obstáculos se vencieron para llegar a donde nos encontramos, muchas barreras que saltar imposibles de superar, generaron la fortaleza en nuestro el presente.

 “En la tierra habría menos amarguras si los hombres no se dedicasen con tanto ahincó a recordar dolores antiguos, en vez de soportar con entereza los presentes” Goethe.

 De la novela de Fausto el personaje al encuentro con Mefistófeles, el demonio le ofrece toda clase de riquezas, incluso el amor, pero como Fausto es un ser desde su nacimiento insatisfecho, nada levanta el animo ni lo exalta, para él, el pasado es tiempo de atrás, el presente es efímero, el futuro es inmediato que se transforma rápidamente en pasado. Fausto es un insatisfecho a pesar de tener hambre casi fanática por el conocimiento y tanta su sed de buscar el amor. 

“En el seno de a la opulencia siempre nos faltara una cosa”. 

¿Por qué Fausto? En sus últimos días, como suele ocurrir, se arrepintió de buscar respuestas en lo banal, en la simplicidad de la ciencia y no en lo profundo, su búsqueda fue en las penumbras de las sombras, siempre inconforme, nunca satisfecho. 

Antes de ti.

Algo nos queda de esta novela, antes de hoy hubo ayer, vivimos en un país donde el pasado poco importa, que bueno para algunos. Sosteniendo que todo fue bueno, antes de ocurrir este presente inaudito, comenzamos por remontarnos a los sesentas y setentas, murió un represor, el  presidente de México de 100 años de vida, se llevó a la tumba la impunidad como lapida, el delito de asesinar a cientos de jóvenes, miles de desaparecidos por la guerra sucia, nunca se tuvo justicia, se afirma que eran de izquierda, se persiguió a la izquierda no oficial; casualmente años después en lugar de darse la alternancia con la izquierda mexicana, la derecha aprovecho la coyuntura y se da la primera alternancia del poder, llegó el neoliberalismo.

Antes de ti, “izquierda que hoy manda” sucedieron tantas cosas, había una economía “pujante”, tanto que los bancos quebraron, ahora gozan del Fobaproa, los pobres rescatando a lo ricos; antes, se construyeron miles de kilómetros de carreteras, puertos, infraestructura, si, al costo de unos pesos, aumentándole sobre precisos de millones, para alimentar los bolsillos del los políticos; se levantaron cientos de hospitales, sin una cama, sin médicos, sin nada, y aun así la economía resistió, gracias al endeudamiento de 6 billones de pesos; no te avergüences tanto izquierdista, si eliminaste el seguro popular fue por la corrupción, pero lamentablemente no has podido resarcir en lo mínimo a los pobres la falta de atención médica, también tu burocracia es intolerablemente inepta.

Ayer no había muertos, ni asesinatos, el narco no aparecía en la escena pública, no existían los contubernios con los poderosos ¡eso no! las armas esa ni se sabía que existían, hasta que el rey de la guerra permitió la entrada de miles de ellas para masacrar a la población, a este presidente la historia lo juzgara como el señor que armo a los delincuentes en contra de la sociedad y aun así hay quienes lo llaman héroe, y nos es mas que un traidor a la patria; a ti hombre populista, te toco el desbocamiento de la violencia, no se te culpa por ello, es un pasado muy presente, pero recuerda que 30 millones te dieron el poder para enfrentarla, sin embargo, preferiste abrazar al enemigo interno de México, bajo el pretexto de que el progresista es humanista y todos somos hijos de Dios. 

Existe un presente que se manifiesta viendo el futuro con incertidumbre, escuchamos que la economía mundial caerá en recesión, nosotros dependemos de los norteamericanos desde hace años, mejor dicho, nos hicieron dependientes no voltearon a ver otros mercados. Aquellos que con sus ideas económicas aprendidas en el extranjero, entregaron la infraestructura nacional desmantelándola casi al borde de la desaparición, la energía, el petróleo, hasta el agua, no reconocerán el mal que hicieron, lo más fácil es culpar a otros de sus fracasos ideológicos. 

Para los poderes de ayer, nunca existió tal afectación al ambiente como los es la construcción del Tren Maya, ¡no existió! porque “nada se construyó en la Riviera Maya” solo cientos de hoteles, donde los ricos si pueden pasear con sus familias, bucear en los arrecifes que ahora son arena con agua salada, ya casi no queda nada, y hoy, como el tren impulsará la economía de millones de mexicanos en condiciones de pobreza, se hace fácil no recoger la basura de antaño, tratando de frenar el desarrollo de los mas pobres. Es mayor el beneficio, que lo que pudiera ocasionar al ambiente, si se hacen bien las cosas, se podría reforestar tres veces más de lo que ahora se desmonta. 

Tenemos ante nosotros la disyuntiva de ver al pasado como un aprendizaje, desdeñar lo negativo y fortalecer lo positivo, para desgracia, nos encontramos con personajes de la vida pública y privada, que  poco o nada hicieron cuando tenía el poder en sus manos, poco sorprende. ahora de conocimiento público, que el poder económico siempre ha estado detrás del poder público, tres partidos políticos sometidos al grado de perder su identidad ideológica, con el único propósito de recuperar el poder para “ayudar” al México empobrecido a salir de su atraso, siempre y cuando regrese del pasado toda su corrupción, impunidad y saqueo. 

Antes de ti, ya existían los traidores, ha llegado la hora de utilizar la justicia para que paguen sus atropellos, y tú, corrijas la ineptitud burocrática que caracteriza cada acción del gobierno progresista, la izquierda está muy lejos.

Nos saludamos pronto.

 Oscar Esquivel