Buscan partidos levantarse de la lona

Ciertos de que requerirán de hacer un gran esfuerzo para recuperar algo de simpatía y credibilidad  ciudadanas algunos partidos políticos han comenzado a dar señales de querer levantarse de la lona a donde el repudio de la gente los envió desde las elecciones del 2018, principalmente los considerados más fuertes así como el llamado partido en el poder, poco, pero parece  que se mueven con ese fin.

Por ejemplo, el que respalda a- y es respaldado por el poder presidencial Morena con todo y las resistencias y quejumbres  por su próxima defenestración de su directivo actual Sergio Serrano se apresta a renovar su dirigencia estatal mediante el arribo a la dirigencia de su actual delegada Rita Ozalia Rodríguez, hermana vale decirlo de la actual secretaria de seguridad pública ciudadana federal Rosa Icela Rodríguez a quien muchos ya perfilan como la próxima candidata morenista al senado de la república partido que aún no cuenta con un padrón confiable de militantes y cuya militancia formal es bastante baja pues ni porque AMLO es el primer morenista del país no ha sido suficiente para jalar gente para engrosar las filas del partido en SLP lo que, evidentemente, será el principal reto de doña Rita.

Por su parte, el PRI pese a que muchos lo creían sepultado boca abajo ha empezado a mostrar señales de vida con abiertas intenciones de resucitarlo como esa reunión de ex dirigentes estatales celebrada hace unas semanas así como la hiperactividad desplegada por el actual Elías Pesina con sus constantes giras y reuniones de priistas por todos los municipios, lo mismo que el reencuentro de los “Macabeos” en un festejo de cumpleaños de uno de ellos lo que hace recordar el cuento de Monterroso aplicado al tricolor que dice: “Y cuando despertó el dinosaurio estaba allí”.

La otra fuerza política importante que busca levantarse de la lona como es el PAN no encuentra la manera efectiva de hacerlo por estar empantanado en sus normales pugnas y confrontaciones internas provocadas por el grupo que controla al blanquiazul encabezado por Xavier Azuara como nueva versión del círculo azul y de su jefe Juan Pablo Escobar ha emprendido una tibia campaña de afiliación con magros resultados hasta la fecha y sin un liderazgo que imponga el orden.

En lo que hace al PVEM, aparece como el único partido que cuenta con una estructura clara en el estado y un mando real que no descuida su crecimiento desde palacio de gobierno. De los demás, francamente hay poco o nada qué decir pues se dedican a vegetar políticamente hablando.