Lunes 23 de Septiembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Nadie observa lo que pasa

Oscar Esquivel | 08/07/2022 | 07:43

Existen carencia materiales, espirituales, familiares, insuficiencia de amor y placer, podremos decir que nos falta casi siempre algo para satisfacer plenamente nuestra necesidad de sentirnos plenos como personas en lo individual y hacia los demás, el mejor ejemplo es aquel como el dicho “dimes de que presumes y te diré que careces”. Tratar de solventar ese hueco que no deja vivir, nos hace sujetos débiles al momento de tomar alguna determinación, tratar de buscar las atribulaciones que aquejan a todos los habitantes de la tierra, serían miles de millones mejor cada quien los suyos.  

 

Hay una entre todas las carencias, particularmente para los hombres del poder y esa es la falta de observación, posteriormente pueda ser utilizada para razonar y llevar a cabo acciones que permita solventar las carencias de los pueblos.

 

Excluir la  observación y pretender resolver los problemas por puro razonamiento, es un error evidente bastante común, el no observar no define la resolución de un problema, como  las matemáticas, se llevan a un pizarrón interminable concluyendo con números exactos, pero difíciles de aplicar en la realidad y más aún, cuando se requiere resolver problemas sociales, que les cuento,  así son las promesas de campaña “ yo hago, yo puedo”  al llegar la hora de gobernar,  mezclan agua con aceite y se hace un irreverente gobierno de ocurrencias. “A la observación le incumbe actuar, cuando se trata de cosa reales” Poul Valéry.

 

Pocos se toman el ser escrupulosamente observador que los lleve a realizar y con buen termino obras para la posteridad, la imprudencia y sed de poder, hace dejar a un lado el observar a los hombres y mujeres de una comunidad, donde en muchas ocasiones ocultan lo que piensan por temores a presentar sus pobrezas y que nunca se resuelvan. 

 

“Gran parte de las experiencias que he hecho sobre mi mismo, las hice observando las particularidades de los demás” “El hombre es un ciego que sueña ver” Friedrich Hebbel. 

 

De eso se trata la filosofía de observar para razonar, no al revés, desafortunadamente hasta los sueños hacen razonar a quienes no miran ni observaban la realidad.

 

En nuestro tiempo real, encontramos una brecha enorme en lo que quiere el ciudadano y lo que razonan los gobernantes, vemos una carencia de observación ¿Qué miraran los políticos para tomar decisiones absurdas? La defensa hacia ellos siempre lo hacen los allegados, aplauden por inercia o realmente creen que están bien tomadas las decisiones.

 

El presidente López Obrador vio en 18 años buscando la presidencia la necesidad de acabar  la guerra contra la delincuencia, en su frase de campaña y  como mandatario “por el bien de todos, primero los pobres” no estaba equivocado solo que la pobreza por si mima es una expulsora y cultivo para formar parte del ejercito delincuencial, hay sus excepciones y muchas, como Alito Moreno presidente del PRI.

 

 “Abrazos no balazos” para aquellos fieles parroquianos quienes han segado la vida de miles y miles de mexicanos, la cuenta no para, necesario que admitía el presidente que no funciono abrazar, ¡vamos! ni el llamado a los malosos a portarse bien hasta por sus madres, esto solo permitió el crecimiento exponencial de la violencia en todas sus modalidades. Si bien ha sido una estrategia, es el momento de cambiar urgentemente, no sirve no es funcional, el chico malo a pesar de su arrepentimiento y promesa de portarse bien, nunca lo hará, hay ejemplos claros, como en San Salvador, solo se burlaron de la autoridad y las pandillas pasaron a ser un ejército de miles. 

 

De todos es conocido que el vale madrismo del hoy promotor del libre comercio de la mariguana, Vicente Fox, dejo hacer y pasar de todo a la delincuencia, seis años perdidos, el caldo de la violencia estaba en ebullición a punto de estallar ¿Qué información le pasaría a Calderón para que este actuara con tanta imprudencia? Calderón en un inicio fue aplaudido, de nada sirvió, fue traicionado y probablemente cómplice de su Zar anti crimen Genaro García Luna quien está a punto de develar todos los secretos de su mala conducta. 

 

Con Peña Nieto “solo se hizo lo que se tenia que hacer” o sea, nada, ¡ah si! hacer que la corrupción sea un modo de vida, el estado completo sucumbió ante el dinero. La misma estrategia del compadre Calderón, aunado a la opacidad de la justicia, permitió el estancamiento o más bien el retroceso en materia de seguridad pública, si sumamos la falla estratégica actual, es una locura de sangre.

 

Para los nuestros se les ruega una policía actualizada, moderna, que aplique todo el poder a la delincuencia, y eso, solo se logrará con una coordinación real entre los tres niveles de gobierno y dejen de presentarse como una fuerza política antagónica, viéndose quien come más pinole. 

 

La policía no la “poli sí a” la de verdad, no requiere de lujosos autos, ni una imagen de robocop, ni adornos caros e inútiles, la policía, sobre todo la municipal, le hacen falta tres cosa, capacitación, armamento y buenos salarios con mejores prestaciones, por eso no atienden los llamados de auxilio, quien en su sano juicio arriesgaría la vida por tan poco dinero, ¿Por qué no sacrificar un poco  los altos salarios de la burocracia municipal, eliminar aviadores y dejar de pagar favores contratando personal inútil y de sobra. 

La gente ve, observa y calla, el político no ve, no observa y si habla mucho. 

 

Nos enfrentamos a la cruda realidad de no encontrar a quienes o quien se asumirá como un observador, que mire a la gente a los ojos y se adentre en ellas, vea las verdaderas necesidades y reconozca que hoy, el mayor apremio es el combate a la violencia, al crimen, a los feminicidios, al abuso infantil, trata de personas, exigir que dejen de razonar tanto y aprendan a observar.

 

Nos saludamos pronto 

 

OSCAR ESQUIVEL