Miércoles 24 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Justo antes de renunciar...

Clara Villarreal | 28/06/2022 | 00:42

... todo cae en su sitio.

 

Tengo la fortuna de convivir con personas muy diversas, de distintos bagajes, talentos y experiencias. Es algo que disfruto de mi profesión; conocer y conectar con la gente. Siempre que escucho sus historias, aquellas de éxito o de dificultad encuentro un común denominador: la perseverancia.

 

Ya sea en el deporte, las relaciones familiares, el trabajo u objetivos personales, la capacidad de seguir adelante a pesar del cansancio o la frustración, a la larga trae beneficios muy grandes.

Perseverar no es sencillo, pero tampoco es imposible. He descubierto que las personas perseverantes tienen las siguientes características:

  1. Son optimistas. Ser optimista no significa estar todo el tiempo sonriendo o ir por la vida haciendo como que los límites no existen. No. Se trata de un optimismo realista. Es decir, reconocen que hay restricciones o condiciones no tan favorables pero muy dentro de su corazón están convencidos de que si siguen adelante en su esfuerzo, eventualmente, llegarán a donde lo desean. 
  2. Son disciplinados. Cuando tienen que levantarse temprano, arreglarse y asistir a una entrevista del otro lado de la ciudad... lo hacen. Cuando tienen que hacer una tarea súper tediosa que dura horas y horas... lo hacen. Cuando tienen que entrenar y aun no se han recuperado de la práctica del día anterior... lo hacen. La disciplina implica hacer las cosas incluso cuando no tienes muchas ganas de hacerlas. 
  3. Se preparan. Si salió un curso o diplomado que va complementar su preparación lo toman. Sí descubrieron un podcast que tiene un tema que fortalece alguna de sus debilidades, se ponen a escucharlo. Si se enteran que habrá conferencias sobre el tema de su interés, hacen todo lo posible por asistir. Su mente no descansa y siempre están viendo cómo estar más preparados. 
  4. Practican. Dicen que la práctica hace al maestro y es cierto. Los perseverantes no desaprovechan ninguna ocasión para ensayar sus oficios. 
  5. Lloran... pero no se rinden. Perseverar no quiere decir que nunca se van a frustrar... de hecho habrá frustración, cansancio, llanto... de todo peeeeero... la clave está en no quedarse ahí. Sentirse mal por un par de horas o un par de días nos hace humanos y nos permite ver con mayor nitidez dónde estamos y hacia donde vamos. No tiene nada malo llorar de vez en cuando. 

En conclusión, hay que seguirle, darle hasta el final, y justo cuando sintamos que ya no podamos mas, hay que hacer un último esfuerzo, porque antes de renunciar, llega el éxito.

 

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