Las empresas de vez en cuando cometen errores bastantes costosos a la hora de depositar a sus empleados, en esta ocasión, un trabajador recibió accidentalmente casi 4 millones de pesos en su nómina, pero el prefirió renunciar y desaparecer antes de devolverlos.
Todo ocurrió en la empresa chilena Consorcio Industrial de Alimentos (Cial), que produce alimentos y maneja las marcas San Jorge, La Preferida y Winter. Ellos depositaron por error 165 millones de pesos chilenos a un empleado, lo que equivale a unos 186,000 dólares o 3.8 millones de pesos mexicanos.
El área de recursos humanos habría cometido la equivocación, según reportan medios locales como Teletrece, ya que le asignaron al afortunado trabajador un bono extra que no le correspondía.
El sueldo regular del sujeto, quien tenía el puesto de asistente de despacho, rondaba los 570 dólares al mes (unos 11,500 MXN). Así que se llevó tremenda sorpresa cuando notó en su cuenta la estratosférica transferencia hecha el pasado 30 de mayo.
Al ver el saldo, el hombre pensó que era un problema con su aplicación bancaria y notificó a su subgerente de la excesiva transferencia. El superior acudió recursos humanos para aclarar el asunto y la responsable del área se dio cuenta del enorme descuido.
La empresa y el trabajador acordaron que, al día siguiente, él acudiría al banco para “generar un vale vista a nombre de Cial” y devolver el dinero.
Sin embargo, el día llegó y él no se presentó a la sucursal bancaria. Por supuesto, la empresa trató de localizarlo desesperadamente con llamadas y mensajes de texto. Cuando por fin respondió, les dijo que se había quedado dormido y no escuchó el teléfono, pero que iría más tarde a hacer el trámite. Ese fue el último contacto de la empresa con el trabajador.
Solo un par de días después, el 2 de junio, el individuo envió su carta de renuncia a través de su abogado. El ahora defensor del exempleado millonario también le informó a la compañía que el dinero no debería ser devuelto, puesto que el error no fue de su cliente, sino de ellos.
Ante la negativa de su extrabajador, Cial entabló una demanda acusándolo del delito de apropiación indebida, pues argumentan que este accidente podría repercutir no sólo en las finanzas de la empresa, sino en los salarios del resto de la plantilla laboral.
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