Estrenan 'Zorros chinos', ópera contra el machismo

Dentro de un universo fantástico, las mujeres son raptadas por "zorros chinos", capaces de transformarse en seres humanos, para llevarlas a un sitio de placer, lejos del ambiente opresivo y machista donde viven.

 Con libreto de Emilio Carballido (1925-2008), la trama de esta ópera, Zorros chinos, con música de Lorena Orozco, se sitúa en el siglo 18, en Michoacán, en una zona rural a donde llegan estos seres mitológicos-mágicos.

 De acuerdo con la compositora, quien dio detalles de la misma este lunes en conferencia de prensa, su arribo alborota a un poblado, limitado por las ideas de la iglesia y el machismo.

Zorros chinos se estrenó como obra de teatro en 2000; para escribirla, Carballido se basó en un cuento chino de Pu-Sung-Ling, perfecto también para adaptarse a ópera.

 Carballido y Orozco habían trabajado ya en una ópera anterior, Sala de espera, estrenada en Canadá y México.

 La compositora comenzó a trabajar en Zorros chinos hace 11 años, con el apoyo de la Fundación Alberta.

 La ópera será estrenada a nivel mundial por la Compañía Nacional de Ópera (CNO) del INBA el 3 de julio, repitiendo funciones los días 5, 7 y 10, en el Palacio de Bellas Artes.

 "Los zorros chinos son espíritus de la seducción que funcionan dentro de un contexto de mujeres que vienen de una relación, de matrimonios donde sólo trabajan, cargan; donde son mulas de carga, literalmente, lo que tiene que ver con un contexto de machismo muy fuerte, y dentro de este universo fantástico se les abre una posibilidad donde pueden gozar de la seducción y el placer, la comida, de elementos que por su misma condición de pobreza les han sido negados", comentó Luis Martín Solís, a cargo de la dirección de escena junto con Erika Torres.

 Sus protagonistas son Yuriria, interpretada por la soprano Enivia Muré, y el Príncipe Wu, a cargo del tenor Rodrigo Garciarroyo.

 Muré describe a su personaje como una mujer pobre e ignorante, sometida por el machismo imperante.

 "Yuriria está rompiendo con sus límites, con lo que creía que era la vida; de repente le presentan un mundo de placer donde ella sí existe", refiere la soprano quien resaltó la oportunidad de construir su personaje desde cero.

 Una ópera que, de acuerdo con la cantante, muestra que hay hombres que maltratan, pero también hay los que saben dar gozo y placer.

 Garciarroyo, por su parte, describe a Wu, el príncipe de los zorros chinos, como un sibarita, rico y poderoso que ama el amor, el antípoda del Don Giovanni mozartiano.

 "El personaje es una delicia, contraste de estos hombres violentos y este machismo exacerbado (...) Wu las seduce como seres humanos, no como un Don Giovanni que las está engañando; las escucha y se conecta con su dolor".

 Planteada en diez escenas en un formato de cámara, sin intermedio, de una hora y 40 minutos de duración, la ópera cuenta con 17 solistas y el Coro de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.

 De acuerdo con el director concertador, Luis Manuel Sánchez, la partitura contiene guiños a ritmos como el vals, la habanera y el bolero, mientras que lo chino y lo fantástico está representado por "escalas exóticas" y el guzheng, un instrumento de cuerdas.

 Solís contempla una escenografía opresiva de la troje michoacana, en contraposición con el espacio abierto, amplio del mundo fantástico.

 Alonso Escalante, titular de la CNO, explicó que en esta ópera la Orquesta de Bellas Artes ya estará en el foso, aunque reducida, al igual que el coro.

 Anunció para el resto de la temporada 2022 La carrera de un libertino, de Igor Stravinsky, y Dido y Eneas, de Henry Purcell, además de otras actividades concertísticas.

 La colaboración de este año con el Festival Internacional Cervantino será anunciada por el festival al presentar su programación.