Oscar Esquivel | 17/06/2022 | 06:33
Nuestros padres se esmeraban en darnos consejos para formarnos en la vida, los que somos padres de manera igual lo hacemos con nuestros hijos, incómodamente nos sentíamos mal cuando nos asomaban las mentiras, haciéndonos sentir peor que un gusano de jardín. Papá o mamá es igual, algunos rudos, otros condescendientes, pero siempre con la sabiduría que dan los años, trataban de guiarnos por el buen camino, por alguna razón sabían o sospechaban los pasos que daríamos si hacíamos caso de sus largos y ocasionalmente aburridos consejos, siempre bajo la sombra del amor.
Pudiera ser que al vivir esa experiencia de padres e hijos, la añoremos ahora de adultos, recordamos cuando sentados en alguna silla, nos sentíamos como si fuéramos reclusos obligados a comer la peor de las comidas, pero la fortuna de sabernos queridos con esas palabras que parecían regaños, más que un consejo, no las cambiaríamos por nada. La suerte de tener un consejero personal que no cobraba, ni el mayor de los intereses, los movía, solo el deseo de que todo marchara bien.
En ocasiones los consejos los solicitábamos cuando la ayuda era necesaria, la orientación familiar es fundamental para el desarrollo de toda persona, quien no ha dicho ” los consejos de mamá son los mejores”, sino se tiene a la madre para eso están los amigos cercanos, los de algún consultor profesional, hay quien da consejos sin ser pedidos y molestan, pero si fue positivo el resultado, es de caballeros agradecer, “ le dije…no escucho mi consejo y lo corrieron del trabajo”.
Existen personas que aconsejan a otras solo para verlas caer en un error y que le resultará desastrosas pagando muy caro ese consejo doloso, por eso siempre es bueno medir de quien recibes y a quien le das consejos. Los consejos, especialmente los que se recibimos, es mejor reflexionarlos para conocer cuáles serán los inconvenientes si los llevamos a cabo, tomar en cuenta de que persona llega y si el consejo es bueno, evaluar la intención de quien lo da.
Si encontramos la sabiduría en otra persona, quien sea, venga de tú sangre o no y de aquellos que la suerte de la vida se va apagando, escuchemos con atención y sin barreras.
Del libro, Persona Normal de Benito Taibo encontré esto, un consejo general para los momentos que vivimos tan ominosos y hasta inmorales. consejos de Tío Paco a su sobrino Sebastián; “ No te vendas, no te alquiles. Se un alma libre y vela por lo justo. Es mucho mejor pasar hambre que ser esclavo. Sigue tús corazonadas. Apela al sentido común. Nunca pierdas los sueños”.
Y continua “ La familia que te tocó en suerte, es importante, la que construirás es más importante…respeto, amor, fidelidad, lealtad para los amigos, son la familia que elegiste. Cumple la palabra, es como si dieras tú vida, es más importante que un contrato”.
Termina recordando que “el dinero solo sirva para lo que sirve, ni mas ni menos. Si con dinero puedes cambiar la vida de una persona, cámbiala sin dudar. Si con el dinero no puedes cambiar tu propia vida, desate de él”. Sobre la soberbia “nadie es más ni menos que tú, mira a los ojos, escucha, intenta entenderlos. Si no entiendes sus razonamientos o sus motivaciones, guíate por el corazón y no por la cabeza” …Tío Paco su tutor, murió meses después.
Morir de sed delante de la fuente de agua.
Como un torbellino lleno de furia, nos estamos acostumbrando al no escuchar, todos quisiéramos tener la razón, los consejos, se convierten en denuncias, ya hasta da ansiedad hablar de cualquier tema relacionado con los problemas nacionales y hasta los locales, si se opina contrario ¡traidor! Si es bueno y no convences ¡ignorante! A donde fue a parar la empatía que se decía de la unidad mexicana.
El cúmulo de poder absoluto da miedo. A una sola persona u organización no les puede dar todo el poder para manejarlo a su antojo y ya está sucediendo en México, no solo con las acciones y triunfos de la que se dice izquierda, también en lo local, en los estados, municipios, en cualquier cargo ríspido que tenga algún politiquillo.
El poder absoluto se toma o se otorga, se toma por la vía golpista es el “quítate tú, para ponerme yo” o la democrática, se otorga el poder por mandato del pueblo, cuando se convierte en absoluto es por la lógica simple del hartazgo que originaron quien ya tenían el poder. Es su poco oficio político el conservadurismo tecnócrata que tuvimos, convirtió las enseñanzas y consejos que aprendieron en las universidades de gran prestigio extranjeras, en una biblia de como saquear y dejarnos en harapos en un tiempo tan corto, disfrazados de académicos intelectuales, sometieron a la sociedad a un modelo económico que no encajaba en la forma de vivir del mexicano. Sus ideales, los llevaron hasta los partidos políticos hoy son un desastre, una izquierda empoderada pero no efectiva y una revolución que prefirió la mansedumbre con su enemigo, a perder sus privilegios, aun a costa del rechazo de sus simpatizantes y militantes.
No existe consejo alguno para el político que no sea alabanzas, transforman su miserable cargo en una silla imperial donde posan su desnudez mental y física, y no hay quien de sus allegados le digan que está desnudo y barrigón, de tanto comer ego.
Mientras no tengamos gobiernos que se hagan aconsejar, que tengan la mente abierta para escuchar y discutir con el ciudadano y posteriormente resolver los problemas juntos, tendremos como resultados la imposición de acciones de gobierno que tengamos que aguantar los desatinos, solo volteemos a ver nuestros gobernantes desde el presidente, gobernadores y munícipes, la egolatría, la vanidad el engreimiento, no lo sueltan y sin ningún pudor hacen de la vida pública una verdadera cena entre amigos, es decir “entre camaradas a todos escucho pero no hago caso y al pueblo, oídos completamente sordos.
Nos saludamos pronto
OSCAR ESQUIVEL