Adrián Tovar | Plano Informativo | 29/05/2022 | 02:55
Para Daniel García Álvarez de la Llera, más conocido como Daniel de la Llera, “hay días que no deben preocuparnos”.
El director de Cultura Municipal en la capital consideró que debemos liberarnos “de algunos pesares y preocupaciones que cargamos frecuentemente sobre nuestras espaldas y hay dos días en nuestras vidas cotidianas que no deben preocuparnos; dos días que no deben causarnos ni tormento ni miedo”.
Nadie puede cambiar lo que hizo ayer
Uno de ellos es ayer, dijo Daniel de la Llera, ayer con sus errores, con sus inquietudes, con sus flaquezas, con sus desvíos, quizás con sus penas también y tribulaciones pero ayer, ayer se marchó para siempre y ya está fuera de nuestro alcance”.
Señaló también que “ni siquiera el poder que da todo el oro del mundo podría devolvernos el ayer. No podemos deshacer ninguna de las cosas que ayer hicimos”.
Pero que conste, advirtió, las palabras no se las lleva el viento. Las palabras permanecen, se arraigan.
El mañana tampoco debe preocuparnos
Pero una cosa es clara, dijo, el ayer se marchó para no volver y otro día que no debe de preocuparnos tanto es mañana, con sus posibles adversidades, dificultades, vicisitudes. Y también con sus halagadoras promesas.
Daniel García Álvarez de la Llera advirtió que “mañana está fuera de nuestro alcance inmediato. Mañana, pues mañana saldrá el sol, ya sea para resplandecer en un cielo nítido o para esconderse tras las nubes, pero saldrá nuevamente”.
Y dijo que “hasta que no salga no podemos disponer de este mañana. Porque mañana está todavía por nacer. Y solo nos queda un día”.
García Álvarez de la Llera consideró que “hoy cualquier persona puede sobrellevar los avatares de todo un día y mantenerse en paz. Cuando agregamos las cargas de estos dos, de estas dos eternidades que son el ayer y el mañana, es cuando caemos en la brega y nos inquietamos”.
Remordimiento y miedo, lo que nos vuelve locos
Porque “no son las cosas de hoy lo que nos vuelve locos, lo que nos enloquece y nos lanza al abismo es el remordimiento o la amargura por algo que aconteció ayer. Y también el miedo a lo que sucederá mañana”.
Consideró, pues, que “por lo tanto, debemos conformarnos con vivir un solo día a la vez, para mantenernos saludables y felices”.
Daniel de la Llera señaló que “dijo Oliver Wendell, ‘lo que está de nosotros y lo que está detrás de nosotros es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior, en nuestro corazón’, y de igual manera ocurre con el tiempo”.
Mucho más importante que ayer o mañana es hoy, dijo Daniel de la Llera, y propuso que “entonces vive, amigo, intensamente los hoy de tu vida, pero vívelos muy feliz”.