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Tiempos infames

Dr. Jaime Chalita Zarur | 08/05/2022 | 23:45

Las fechas para celebrar tal o cual acontecimiento, siempre han sido importantes en nuestro País. En este mes de mayo festejamos el día que se ha dedicado a festejar a las madres, muchas de ellas solteras, trabajando para salir de la problemática de vivir o, sobrevivir cada día, otras de ellas con la desgracia de tener hijos que las maltratan o, las olvidan.

 

En días reciente, Arturo Saldívar, polémico Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia, se pronunció públicamente, con frases lapidarias. Una de ellas fue, afirmando por qué existe el feminicidio y, contundente dijo: las matan porque pueden y, en la integración de las carpetas de investigación, con todas sus fallas, se genera la impunidad del delito dejando a los asesinos libres y desde luego impunes.

 

Amplia razón en este tema de Arturo Saldívar. No recuerdo tiempos tan infames que, estos que se viven en contra de la vida, si por la violencia, que mata hombres y mujeres, pero la complejidad tan maldita de matar a una mujer solo por ser mujer, es inadmisible. Mientras la justicia no alcance a quienes matan mujeres, con castigos ejemplares, la impunidad seguirá cobijando esa aberración de la sociedad.

 

Así el día 10 de mayo de cada año se celebra el día de la Madre en nuestro País. No estoy en contra de ello, pero sí de la incongruencia del trato reservado para solo un día del año y es el mismo caso de las muchas celebraciones en años, que se traducen en un mercantilismo, necesario y, más ahora, pero que es increíble la enorme falta de congruencia, cuando el resto del año las personas nos convertimos en depredadores del ser humano, siendo la única especie que se auto destruye.

 

He visto cómo de un auto, 438103 placa de un auto ilegal en México, en espera de la Luz verde de un semáforo, con enorme desparpajo, saca su mano una persona por la ventana y tira su basura. Acciones tan básicas como esta denotan un desprecio por la comunidad en que se vive. Desde luego con su respectivo “a ti que te importa” ante el reclamo del porque lo hace y, desde luego la negación absoluta de levantar lo que tira. Tan básico cumplir con una regla de urbanismo colectivo y desde ahí con su incumplimiento, se construye el propio delincuente, quizás en la tolerancia de los demás, amén de la autoridad que no podría estar en todos lados.

 

Nada se construye de un momento a otro y, menos de una sociedad congruente con los valores que se dice practican, pero entonces cuándo habría que empezar a exigirnos que mejore lo que vivimos o, ¿es que tenemos que contentarnos con ser “buenos” solo cada celebración de lo que sea?

 

Mucho hay que enfrentar desde la individualidad, ¿pero estamos dispuestos para cambiar?

 

Dejo la duda, difícil de vencer, pero no imposible.

 

Aun así, deseo un muy feliz día de las madres a quienes lo son. Abrazo fuerte con respeto.

 

@jaimechalita