Miguel Ángel Guerrero | 08/05/2022 | 23:43
Mucho se ha dicho en este y otros espacios sobre los colosales perjuicios de todo orden que ocasionan los bloqueos de avenidas y calles por cualquier pretexto así como de la urgencia de que el congreso del estado se atreva a hacerle un gran bien a la ciudad y sus habitantes procediendo a la regulación de las marchas y plantones a fin de que se realicen con orden y sean menores sus efectos negativos sobre todo ahora al ver que hasta se realizan con fines de venganza política.
La necesidad de poner orden en ese tipo de manifestaciones obedece a la cotidianeidad con que vienen realizándose en la capital con el consecuente desequilibrio de las actividades laborales productivas y escolares.
Ciertamente, nadie duda de que las demandas que invocan los manifestantes pueden ser legítimas pero queda claro que nadie se preocupa por hacer respetar aquello de que tus derechos terminan donde empiezan los de los demás pues argumentando algún servicio o atención a sus problemas se ha visto que basta que tres o cuatro personas organicen una marcha con ese propósito para bloquear la vialidad que se les antoje sin importarles causar grandes congestionamientos vehiculares en zonas tan conflictivas como las avenidas Nava Himno Nacional, Carranza y Universidad generando grandes pérdidas a negocios y empresas porque evitan el arribo fluido de sus clientelas o retrasan la entrada a los trabajos de las personas que no pueden llegar a tiempo.
El tema ya se ha ventilado en el ámbito de la legislatura local pues en el 2014, el entonces diputado panista Boris Lozano presentó una iniciativa de ley de manifestaciones
Es menester dejar bien claro que regularlas no significa prohibirlas sino darles un marco legal para que se lleven a cabo con orden, y sin perjudicar la vida de los demás.
Ahora, el tema ya se ha ventilado en el ámbito de la legislatura local pues en el 2014, el entonces diputado panista Boris Lozano presentó una iniciativa de ley de manifestaciones y marchas públicas, en la que se planteaba que para realizar alguna se notificara as autoridades municipales la ruta que seguirían a efecto de organizar un dispositivo que diera agilidad a la circulación vehicular a lo que obviamente se opusieron los diputados de los partidos proclives a hacer de las marchas y plantones una práctica para hacerse sentir.
Sin embargo, el hecho de que diariamente se registren marchas o bloqueos de vialidades en demanda de servicios como el del agua ya amerita que se haga algo dirigido a poner orden en ese delicado tema y más para cerrar el paso a toda intención de utilizarlas como arma política como pasó en las décadas de los setentas y ochentas pues se trata de etapas ya superadas con lo que al regularlas los diputados le harían un gran favor a SLP.