Celebran la danza... con los bolsillos vacíos

De cara al Día Internacional de la Danza, que se celebra el 29 de abril, el sector padece por la falta de empleo y el retraso en los pagos.

 "Nos preocupa no ver acciones claras para resolver la falta de empleo en el sector cultural", apunta la coreógrafa Erandi Fajardo, del Consejo Nacional de Danza (Conadac).

 A la mitad de la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador, los artistas de la danza consideran urgente modificar el enfoque de la política pública.

 Entre esas acciones, la generación de empleo es prioritaria.

 Aunque hay programas de fomento al empleo y económico a nivel federal y en los estados, aun no hay articulación de las instituciones de Cultura, observa Fajardo.

 El Conadac, una iniciativa ciudadana, entregó un registro de mil 275 profesionales de la danza interesados en acceder a Créditos a la Palabra y Tandas del Bienestar de la Secretaría de Bienestar, pero la titular de la Dirección General de Vinculación Cultural, Esther Hernández Torres, no le dio seguimiento como se había comprometido.

 El consejo se encargó de hacerlo y al final, solo se consiguieron 177 créditos a la palabra y tandas, de acuerdo con la coreógrafa.  

 Fajardo reprueba que sean los ciudadanos y no las instituciones quienes generen las estructuras y convenios para el acceso de este tipo de programas.

 "La Secretaría de Cultura federal debería encabezar acuerdos y programas con la Secretaría de Bienestar, con la Secretaría de Economía, con la Secretaría del Trabajo para generar estrategias de generación de empleo y fomento económico", sostiene la coreógrafa.

 De lograrse a nivel federal, eso podría replicarse también en los estados.

 El Conadac pugna también por transparentar el manejo de recursos y corregir un sistema administrativo que retrasa durante meses los pagos a los artistas.

  "Si queremos decir que fue un gobierno distinto tendríamos que solucionar el pago de los artistas. Fíjate que lamentable es: muy pocos acceden a programas, que no son de empleo sino de apoyo, pero les pagas en nueve meses", expone Fajardo.

 El sistema de contratación carece de tabuladores transparentes y otorga pagos bajísimos.

 "¿Por qué estoy pagando esa cantidad? ¿Cómo deduzco que es el pago que el artista merece por tantos meses de trabajo o por tantas funciones? ¿Cómo llega a esa decisión la institución entre grupos que tienen experiencia de 30 años, por ejemplo, grupos que tienen 17 integrantes, grupos que son escolares? Esas cosas tienen que estar visibles para todos", demanda la coreógrafa.

 Según Fajardo, desde el sexenio pasado la Coordinación Nacional de Danza del INBAL sin que esté escrito en ningún lado, estableció un pago mínimo de 10 mil pesos sin importar la experiencia ni la cantidad de participantes ni el lugar desde donde viajaran.

 Para extranjeros, el pago oscilaría entre los 22 mil y 35 mil pesos.

 Montos que aún se pagan en algunos festivales en los estados.

 La Coordinación Nacional de Danza carece de tabuladores. No hay referentes de cuánto paga por las funciones.

 "Esto necesitamos revisarlo urgentemente", asegura Fajardo. "Estamos hablando de que quien encabezaría la política pública a nivel país no tiene esas prácticas".

 Observa que las instituciones "le tienen miedo" a discutir el tema de los tabuladores por una idea de que acabaría en una lucha campal entre artistas.

 Pero el tema de tabuladores ya fue abordado en el Segundo Congreso Nacional de Danza, en febrero pasado, con una propuesta de tabuladores por categorías.

 El Conadac se propone trabajar este año para establecer un acuerdo de tabuladores Estado por Estado. Sería el caso de Jalisco, Chiapas, Hidalgo, CDMX, Guanajuato y Zacatecas, y a nivel municipal Veracruz y Baja California Sur.

 "Pero si te das cuenta, es una acción desde la ciudadanía. Es mucho trabajo porque no tenemos ni esta carga política ni institucional, cuando podría ser desde la institución, aparte de que es su responsabilidad, mucho más fácil y sencillo establecer una estructura de generación de empleo y de transparencia de los recursos, participación en las programaciones, establecer tabuladores y corregir los problemas administrativos tan graves que seguimos padeciendo", asegura.

 Así que este Día Internacional de la Danza, más que una celebración, es la expresión de la resistencia.