El Gobierno de Sudáfrica anunció este martes el fin de la obligación de llevar mascarilla en exteriores por primera desde 2020 y suprimió el requisito de presentar una prueba PCR negativa para quienes entren al país vacunados; al considerar que el país ha entrado en una "nueva fase" de la pandemia de covid-19.
La flexibilización de las medidas sanitarias -que el país aguardaba con expectación desde hace semanas- fueron comunicadas a última hora de la jornada por el presidente Cyril Ramaphosa en un discurso televisado y entrarán vigor este mismo miércoles.
"Estamos en un punto de inflexión. Ahora estamos listos para entrar en una nueva fase de gestión de la pandemia", manifestó el jefe de Estado sudafricano, antes de argumentar que tras "cuatro olas de infecciones" ya hay "muchas menos muertes" por la covid-19 y "poca gente se pone enferma grave".
Entre las medidas anunciadas destaca la eliminación de la obligación de portar mascarilla en el exterior, por primera vez desde el comienzo de la pandemia, si bien los sudafricanos deberán seguir usándola en espacios cerrados.
También se flexibilizan las restricciones de aforos, especialmente para aquellos eventos y lugares que implementen un control con certificados de vacunación, y la distancia de seguridad personal se reduce a un metro.
Asimismo, Sudáfrica dejará de requerir PCR negativa a aquellos viajeros que lleguen al país con prueba de inmunización.
Pese a estas medidas, el país mantendrá el "estado de desastre nacional" al menos hasta abril -una situación de excepcionalidad que ya dura más de dos años y que ha sido duramente criticada por los grupos de la oposición-, a la espera de que se apruebe un nuevo corpus de leyes de control sanitario.
Ramaphosa no quiso finalizar su mensaje sin instar a los sudafricanos a vacunarse, ya que el país aún cuenta con una tasa baja de vacunación (30,5 %).
“Si todos estamos vacunados podremos poner nuestra energía, recursos y esfuerzos en reconstruir nuestra economía y crear empleos", subrayó.
Sudáfrica, hasta la fecha, registró unos 3,7 millones de casos de covid-19 y casi 100.000 muertes. Es, con diferencia, el país de África más golpeado por la pandemia a la luz de las cifras disponibles.