San Luis Potosí, el destino surrealista

Después de dos años de pandemia que paralizó las actividades económicas y alteró nuestra convivencia social, en estos dos años en San Luis Potosí se suspendieron eventos tradicionales en la Semana Santa como la Procesión de Silencio y competencias deportivas, y el turismo en toda la entidad se contrajo afectando al comercio y prestadores de servicios.

En este año 2022 las cosas han cambiado, el gobierno estatal ha hecho un esfuerzo extraordinario para volver a la normalidad y ha organizado un amplio y diverso programa de actividades, y con semáforo verde y sin dejar de atender las precauciones sanitarias, el Viernes Santo podremos asistir en la capital potosina a la Procesión del Silencio, partiendo del templo de El Carmen y recorriendo gran parte del Centro Histórico con expresiones del canto jondo en distintas estaciones del trayecto.

Este es uno de los eventos más importantes de la Semana Santa y el que más atrae turismo nacional y extranjero, además de una derrama económica millonaria que mucha falta le hace al sector privado para recuperarse de los efectos de la pandemia.

Se realizará Copa Potosí, antes llamada la Copa Gobernador, la Copa Open Challenger en el Club Deportivo Potosino, entre otras actividades deportivas para todos los gustos.

Bien se dice que San Luis Potosí tiene todo en materia turística por su diversa geografía y climática, solo le falta mar, pero no es necesario porque el turista más exigente estará satisfecho y volverá el próximo año.

La entidad cuenta con cuatro pueblos mágicos: Xilitla, lugar donde se posan las nubes, ofrece entre una vegetación exuberante el Castillo de Sir Edward James, ubicado en Las Pozas, al pie de una inmensa montaña. Aquismón, donde la historia y presencia de los pueblos originarios se mezcla con el legado arquitectónico de la religión católica con la parroquia de San Miguel Arcángel.

Aquismón ofrece los sótanos de las Golondrinas y las Huahuas, las cuevas de Mantetzulel y El Aguacate, la Cascada de Tamul y el Río Tampaón con sus aguas turquesas. Santa María del Río, cuna del rebozo y pueblo que en el siglo XIX fuera el lugar de descanso de las familias de clase alta de la capital potosina; y Real de Catorce, antiguo pueblo minero asentado en la parte más alta de las sierras del Altiplano.

A Real de Catorce se puede acceder por el túnel de Ogarrio, una experiencia única de más de dos kilómetros que cruza una maciza montaña; La Casa de Moneda, el templo de la Purísima Concepción con su venerada imagen de San Francisco y a unos cuantos kilómetros abajo se encuentra Wirikuta, la zona sagrada de los wirrárika (etnia de los huicholes).

En la Huasteca, con su clima casi tropical y sus ríos que desembocan en el Pánuco, ofrece al turismo diversos parajes naturales como Micos y Puente de Dios, las ciudades prehispánicas de Tamtoc y Tamohi. Este región brinda también a los visitantes una gastronomía diversa como el zacahuil, la cecina, las acamayas y otros platillos suculentos para propios y extraños.

Sus cuatro regiones, Centro, Altiplano, Zona Media y Huasteca, hacen del estado de San Luis Potosí un destino surrealista que vale la pena disfrutar.