Alemania levanta a partir de este domingo la mayor parte de las restricciones para hacer frente a la pandemia de coronavirus en medio de una sexta olas con cifras récord de contagios y la incidencia disparada.
El Instituto Rober Koch (RKI) de virología estima que actualmente hay entre 1.5 y 2.7 millones de casos activos de coronavirus y la incidencia tiende al alza debido a un subtipo de la variante ómicron que se está imponiendo.
La incidencia semanal es de mil 708.7 contagios por 100 mil habitantes. Este domingo -el fin de semana las cifras suelen ser más bajas por demoras en transmisión de datos- se reportaron 131 mil 792 nuevos contagios.
Sin embargo, según la nueva ley para la protecciones de infecciones elimina las restricciones generales y deja casi completamente en manos de los estados federados la aplicación de medidas para enfrentar brotes concretos.
Lo único que queda son medidas llamadas de protección básica como el uso de cubrebocas en el transporte público y en lugares como hospitales u hogares de personas de la tercera edad donde haya personas especialmente vulnerables.
En colegios y guarderías se puede imponer la obligación de realizar test frecuentes.
Aunque el levantamiento de restricciones entra en vigor este domingo las estados federados pueden prolongar la normativa anterior hasta el 2 de abril y la mayoría han anunciado que lo harán.
Además, los estados federados pueden imponer normas más estrictas en caso de que haya una amenaza local de saturación del sistema sanitario, que deberá ser constatada por el parlamento regional.
El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, advirtió en su cuenta de Twitter, que pese al ansia que ha habido en estos dos años por un retorno a la normalidad con el levantamiento de las restricciones generales “no hay nada que celebrar”.
“No hay nada que celebrar. Pero la base jurídica para las restricciones generalizadas es la saturación del sistema sanitario. No solo la incidencia”, dijo.
“Por eso solo pude lograr que se definan lugares de brote donde puede haber una saturación”, agregó.
Lauterbach acepta que muchos hubieran esperado más para hacer frente a la pandemia pero insiste en las limitaciones jurídicas que hacen que lo único posible sea hacer que las restricciones tengan que aplicarse allí donde la incidencia apunte a que puede darse una saturación hospitalaria.
A partir de ello se pueden establecer medidas más estrictas para una ciudad o una región para un período de tres meses que puede ser prolongado con aprobación parlamentaria.
De parte de la oposición han llovido críticas lo mismo que de parte de los gobiernos regionales presididos por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, que en el Bundestag forman grupo parlamentario conjunto.
El vicepresidente del grupo parlamentario conjunto de la CDU/CSU Torsten Frei calificó la ley de “acto de irresponsabilidad”.
En términos parecidos se expresó el ministro de Sanidad de Baviera, Klaus Holetschek.
“En lugar de un día de la libertad tenemos un día de la insensatez”, dijo.
El levantamiento de las restricciones en Alemania ha sido visto en parte como una concesión a uno de los socios de la coalición de Gobierno, el Partido Liberal (FDP), cuyo presidente, el ministro de Finanzas Christian Lindner, defendió la nueva normativa.
“Me parece responsable, damos un paso hacia la normalidad. Hacemos un balance entre la responsabilidad del estado y la responsabilidad individual y fortalecemos la responsabilidad de cada uno para proteger su salud”, dijo al diario “Augsburger Allgemeine”.