Julio Scherer Ibarra señaló a la senadora Olga Sánchez Cordero y al Fiscal Alejandro Gertz Manero de perseguirlo mediante un modus operandi "extorsivo" con el fin de manchar su nombre.
A través de un testimonio escrito, publicado por el semanario Proceso, el ex Consejero Jurídico de la Presidencia contó el origen de los ataques de ambos servidores públicos.
"Más allá de mí, Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero deshonran el juramento de guardar y hacer guardar la Constitución en cada uno de sus excesos. La traición habita en ellos", sostuvo.
"Gertz ha pedido información de todo tipo de trámites que yo haya hecho ante todas las dependencias públicas en los últimos 11 años. Eso es una pesquisa ilegal. No me importa porque nada tengo que esconder".
Sobre Sánchez Cordero, reconoció que hubo diferencias cuando era Secretaria de Gobernación.
"El Presidente de la República decidió que el asunto prioritario en la Segob sería el esclarecimiento del caso Ayotzinapa y por decisión suya se limitaron las atribuciones en materia de seguridad en esa dependencia", manifestó.
"Como es de dominio público, la responsabilidad en los asuntos de seguridad descansó en el entonces Secretario de Seguridad Alfonso Durazo y la Secretaría a cargo de Olga Sánchez Cordero se vio acotada en sus áreas de competencia respecto a la 'supersecretaría' que operó en tiempos de Enrique Peña Nieto".
Ante ello, apuntó, la interlocución con la Fiscalía y el Poder Judicial recayó en él en calidad de consejero jurídico de la Presidencia.
"La Ministra en retiro no se permitió sobreponerse al desengaño y desde entonces emprendió una investigación sobre mi persona y mis actividades profesionales", señaló.
"En un amplio documento, Sánchez Cordero presentó una serie de fabulaciones respecto a mi relación con despachos como el de Rivera Gaxiola, Kalloi, Fernández, Del Castillo, Quevedo, Lagos y Machuca, así como el bufete Araujo, González, Peimbert, Robledo y Carrancá Abogados, entre algunos otros".
Scherer indicó que el País no podrá cambiar del todo mientras la justicia sea rehén de hombres como Gertz Manero.
"Los delitos en los que ha incurrido son cada vez más evidentes: el uso de recursos públicos en sus asuntos personales y la persecusión contra quien pueda resultarle un estorbo para resolverlos es una constante".