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Nosferatu: 100 años del clásico del cine de horror

Agencias | 04/03/2022 | 11:48

Nosferatu, el príncipe de las tinieblas, el vampiro de Friedrich W. Murnau, celebra su centenario este 2022 como icono cinematográfico incontestable.

  • Estrenada oficialmente en Berlín el 4 de marzo de 1922, la criatura de las sombras malignas y portador de la peste es también protagonista de una vida extra fílmica repleta de enigmas, leyendas negras y un sinfín de misterios que crecen año tras año. Repasamos cien datos sobre la primera gran película de terror de la historia del cine como homenaje en su centenario.
  • Nosferatu no fue la primera de las varias versiones cinematográficas de la novela Drácula (1897), de Bram Stoker. Karóly Lajthay había filmado en 1921 Drakula halála (La muerte de Drácula), considerada perdida.
  • Fue el primer gran éxito de público de F.W. Murnau y actualmente este clásico silente del cine de terror continúa siendo su obra más conocida.
  • Nosferatu fue producida por la compañía Prana Film, fundada en 1921 por el empresario Enrico Dieckmann y por el artista y ocultista Albin Grau. Prana en sánscrito significa energía cósmica.
  • La película vio un estreno limitado en el Teatro Flora y en el Teatro Olympia de La Haya el 16 y 17 de febrero de 1922.
  • Este tipo de preestrenos limitados en los Países Bajos era al parecer una práctica bastante habitual para la época. Durante y después de la Primera Guerra Mundial, Alemania entró en una fase de hiperproducción nacional de películas, ya que producir seguía siendo mucho más asequible que gastar divisas para adquirir películas internacionales. Solo en 1922 se produjeron 240 largometrajes. Esta situación, no obstante, generó un efecto tapón en las salas, especialmente en las salas de categoría en las áreas metropolitanas.
  • En el caso de Nosferatu, que ya había sido aprobada por la censura de Berlín el 16 de diciembre de 1921, se tuvo que esperar tres meses hasta que se liberó una semana en el calendario del Primus-Palast para su estreno general.
  • La ‘premiere’ de Nosferatu y su fastuosa fiesta posterior se celebró el 4 de marzo de 1922 en el Der Marmorsaal (Sala de Mármol) del Zoo de Berlín. Entre los cineastas que acudieron a ver la película, Ernst Lubitsch y Richard Oswald.
  • Los datos técnicos de la copia que se pasó son 35mm, formato 1:1.33, 1,967m (106 minutos a 16fps).
  • La fiesta de baile de disfraces que se celebró a continuación de la ‘premiere’ atrajo a celebridades y miembros de la escena cinematográfica de Berlín, como Hanns Kräly, Johannes Riemann y Heinz Schall.
  • Según parece, el fastuoso estreno de Nosferatu en Der Marmorsaal y la comercialización de la película costó mucho más que su propia realización; factor, entre otros, que llevó a Prana a la quiebra.
  • El estreno en cines berlineses de Nosferatu tuvo lugar finalmente el 15 de marzo de 1922 en el Primus-Palast.
  • En España, Nosferatu no se estrenó hasta 1931.

 

Sobre F.W. Murnau

  • De los directores del cine de la República de Weimar, Murnau es de los más enigmáticos, a pesar de ser de los más conocidos. Lotte Eisner, una de las principales teóricas del cine alemán del período, se refirió al cineasta como "El gran desconocido”.
  • Nacido el 28 de diciembre de 1888 en el seno de una familia de acomodados fabricantes textiles de Bielefeld, Friedrich Wilhelm Plumpe adoptó el apellido ‘Murnau’ en honor a una colonia de artistas de los Alpes bávaros.
  • Fue alumno de Max Reinhardt, productor y director de teatro y cinematográfico además de uno de los impulsores del expresionismo en las artes escénicas.
  • Murnau colaboró con Reinhardt trabajando como actor y asistente de dirección.
  • En 1916, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, tuvo que abandonar la carrera teatral y fue transferido a la Luftwaffe, realizando misiones de combate. Tras un aterrizaje de emergencia durante una misión, pasó el resto de la contienda como internado en Suiza.
  • En Suiza ganó un concurso nacional de teatro e hizo películas de propaganda para la embajada alemana.
  • De los ocho filmes previos a Nosferatu realizados por Murnau, solo tres sobreviven en su totalidad: El castillo encantado (1921); Viaje hacia la noche (1921); y La tierra ardiente (1922).
  • Del mismo modo que a su coetáneo Fritz Lang, a Murnau le gustaba la imagen de dandy, de excéntrico visionario del nuevo arte cinematográfico, que diseñaron desde los departamentos de propaganda de las productoras. En el set de rodaje se presentaba ataviado con una bata blanca de laboratorio y el equipo se dirigía a él como Herr Doktor.
  • Murnau murió el 11 de marzo de 1931 a causa de un accidente automovilístico cerca de Santa Bárbara, California, cuando se dirigía a comprar un billete de barco a Nueva York, después de haber sido advertido de que debía evitar viajar por tierra. Acababa de completar su último filme, Tabu.
  • Según dejó por escrito Kenneth Anger en su infame Hollywood Babilonia, el accidente ocurrió cuando el cineasta estaba metiéndole mano al chófer del automóvil.
  • Solo once personas se presentaron a su entierro; entre estas, Greta Garbo.

Sobre el productor Albin Grau

  • Nosferatu debe mucho al talento de Murnau, pero también al excepcional compromiso artístico y financiero de Albin Grau.
  • Nacido el 22 de diciembre de 1884 en Leipzig y fallecido el 27 de marzo de 1971, Grau fue artista, arquitecto y ocultista, y en Nosferatu ejerció de productor y diseñador de producción, responsable de la atmósfera y espíritu siniestro del filme gracias al diseño de los sets, el vestuario, los ‘storyboards’ y los materiales promocionales.
  • Al parecer, a Grau se le ocurrió la idea de rodar una película de vampiros mientras servía en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, cuando un campesino serbio le dijo que su padre era un vampiro.
  • Apasionado del ocultismo durante toda su vida, fue miembro de la logia rosacruciana berlinesa Pansophi y de la logia Fraternitas Saturni, bajo el nombre mágico de Maestro Pacitius. Se conoce que en 1925 Grau participó en la Conferencia de Weida, una reunión internacional de líderes ocultistas, en la que también participó Aleister Crowley, poeta y mago negro apodado ‘La gran bestia’.
  • Grau también fue responsable del aspecto ominoso y demacrado del Conde Orlok, además de impregnar Nosferatu de elementos místicos. Un ejemplo en particular conocido de la película es el contrato entre Orlok y Knock, repleto de simbología enoquiana y alquímica.

 

Sobre el guionista Henrik Galeen

 

  • La compañía Prana Film anunció que el proyecto de Nosferatu estaba enmarcado en un plan de producción de tres películas sobre lo fantástico: Sueños del infierno, El diablo del pantano y un drama sobre un vampiro. Sólo Nosferatu se llevó a cabo.
  • Albin Grau y Prana Film querían adaptar la novela Drácula, pero al no no conseguir los derechos ficharon al guionista Henrik Galeen para que escribiera la misma historia con cambios en el nombre de los personajes y lugares geográficos para evitar posibles problemas legales.
  • Nacido como Heinrich Wiesenberg en 1881 en Stryi, Ucrania, en su momento parte del imperio Austrohúngaro, Wiesenberg, de origen judío, tomó Galeen como apellido después de un tour como actor por la provincia suiza de San Galo.
  • También aficionado al ocultismo, Galeen fue uno de los principales guionistas de las películas expresionistas de la época de Weimar, además de director y actor ocasional. Sus guiones más conocidos son, aparte de Nosferatu, El Golem (Paul Wegener, 1920) y El hombre de las figuras de cera (Paul Leni y Leo Birinski, 1924).
  • Sus filmes más conocidos como director son El Golem (1914), El estudiante de Praga (1926) y Alraune (1928), una meditación pseudocientífica basada en la novela homónima de Hanns Heinz Ewers que tuvo un éxito tremendo en el Berlín del momento, provocando que El circo (1928), de Charlie Chaplin, tuviera que posponer su estreno.
  • Con el ascenso del nazismo, Galeen emigró a Estados Unidos. Allí se casó con una baronesa y acabó regentando una pastelería junto a su hijo. Murió en 1949, a la edad de 68 años.

 

 

Sobre el desarrollo de ‘Nosferatu’

 

  • En vez de la Inglaterra victoriana, Galeen ambientó Nosferatu en una ficticia ciudad portuaria del norte de Alemania llamada Wisborg. También modificó los nombres de los personajes: Drácula pasó a ser el Conde Orlok; Jonathan Harker, Hutter; y la joven Mina Murray, Ellen.
  • Otro añadido de Galeen fue la idea del vampiro como portador de la plaga de Wisborg mediante las ratas del barco.
  • Se dice que por ello la película se llamó Nosferatu, derivación del término griego ‘nosophoros’, que significa portador de plagas.
  • No obstante, la palabra que da título a la película proviene del libro de Stoker, que la incorporó a su novela tras encontrarla en Supersticiones transilvanas (1885) y La tierra más allá de los bosques (1888), de la escritora Emily Gerard. En rumano, vampiro es ‘vampir’, aunque también se emplea el término ‘strigoi’, que alude a las almas demoníacas errantes capaces de metamorfosearse en cualquier criatura.
  • A diferencia de la novela de Bram Stoker en la que se basó la película, es la mujer protagonista, Ellen, interpretada por Greta Schröder, quien se sacrifica para detener la plaga que azota la ciudad de Wisborg.
  • Otro añadido de cuño propio fue la idea de que los vampiros se queman cuando se exponen a la luz directa del sol. En la novela de Stoker, los rayos solares pueden debilitar a un vampiro, pero nunca se afirma que puedan matarlo e incluso el villano se pasea por el exterior a plena luz del día. De cara a lograr un clímax más convincente, Grau y el guionista Henrik Galeen decidieron que la luz del sol fuera fatal para el Conde Orlok.
  • Contraria a los cánones del expresionismo, gran parte de Nosferatu se filmó en escenarios naturales.
  • La película se rodó principalmente en localizaciones de la costa Báltica como las ciudades de Rostock, Wismar y Lubeck, mientras que los actos que acontecen en Transilvania se filmaron en el castillo Oravsky, al noreste de Bratislava, en plenos Cárpatos Occidentales. Es una de las joyas medievales de Eslovaquia.
  • El personaje protagonista lo encarnó el veterano actor Max Schreck (1879-1936), cuyo apellido significa literalmente ‘susto’. Aunque tuvo muchos otros papeles en el teatro y en la pantalla, repitiendo al año siguiente con Murnau en Las finanzas del gran duque (1924), Schreck ha pasado a la historia del cine por su rol del espeluznante Conde Orlok.
  • Apenas se sabe de la vida de Schreck. Existen pocos datos de su infancia y de sus años de formación. Se conoce que entró en la compañía de Max Reinhardt aproximadamente a la vez que Murnau. También que trabajó con Bertold Brecht en una pieza de ‘slapstick’ dirigida por Erich Engel llamada Mysteries of a Barbershop (1923), considerada perdida hasta que en 1970 se ‘redescubrió’ en la Filmoteca de Moscú.
  • La falta de información sobre Schreck dio pie a numerosos rumores sobre su figura. Se decía que era un vampiro al que Murnau había pagado para que se metiera en la piel de Nosferatu. Ese rumor es el principal hilo narrativo de la película La sombra del vampiro (2000), de Edmund Elias Merhige.
  • Otro de los rumores más extendidos es que la protagonista femenina que iba a interpretar a Ellen era una toxicómana contratada por Murnau para que fuera mordida por Schreck, en tanto que vampiro de verdad, y que murió durante la filmación. Otro rumor indica que Schreck en realidad mordió a la protagonista, Greta Schröder.
  • Schröder, la actriz que da vida a Ellen, nació el 27 de junio de 1882 y murió el 8 de junio de 1980. Había trabajado anteriormente con Murnau en Marizza (1921), parcialmente recuperada. Aunque hizo películas a lo largo de los años siguientes, Nosferatu es la obra más conocida de su trayectoria.
  • La leyenda negra que nació con la película también afirmaba que varias personas del equipo habían desaparecido extrañamente durante el rodaje; algo de lo que se hace eco la cinta de E. Elias Merhige.

 

Sobre la música original de Hans Erdmann

 

  • El cine silente alemán posee una vinculo profundo con la música. No se puede dejar de lado que el título original de la cinta de Murnau tiene como subtítulo Eine Symphonie des Grauens, esto es, una sinfonía del horror.
  • No fue hasta el trabajo de Lotte Eisner que se descubrió que Hans Erdmann (1882-1942) fue el compositor de la música original de Nosferatu.
  • Hans Erdmann también compuso la banda sonora de El testamento del Dr. Mabuse (Fritz Lang, 1933).
  • Erdmann dispuso su partitura de Nosferatu como una suite que se publicó en dos composiciones titulada Fantastisch- Romantische Suite Teil 1 und Teil 2, una para orquesta completa y otro para un conjunto de cámara. Los expertos creen que dispuso su composición de este modo para salvaguardar su obra, ya que estaba seguro de que jamás se volvería a interpretar en los cines.
  • Las dos suites de Erdmann para Nosferatu apenas duran 40 minutos en total. La película de Murnau tiene una duración de unos 94 minutos.
  • Según cuentan los historiadores, la suite sí sonó en los cines de Berlín, aunque con poco éxito. En ocasiones ayudaba a provocar impacto, pero otras veces el efecto no era el deseado.
  • En cualquier caso, Erdmann concibió la música original de la cinta para acentuar el aspecto de cuento de hadas del filme y no tanto su perfil terrorífico. Los musicólogos señalan que las influencias de esa banda sonora beben de la tradición romántica de la música clásica germana.
  • El musicólogo alemán Berndt Heller recuperó la partitura original de Erdmann en 1984 a partir de las suites publicadas de Erdmann. Su reconstrucción de la banda sonora de Erdmann se estrenó el 20 de febrero de 1984, cuando se presentó en la 29ª Berlinale la segunda restauración de Nosferatu.
  • En 1995, la directora de orquesta Gillian B. Anderson junto a James Kessler presentó una nueva reconstrucción de la partitura de Erdmann, editada orquestando a la Brandenburg Philharmonic Orchestra.
  • Tanto Heller como Anderson afirman que los 40 minutos que duran las dos suites originales de Erdmann estarían indicando que el compositor habría escrito más material para acompañar la película y probablemente se perdió, o que habría incorporado material ajeno.
  • Ambos compositores, por su parte, han incorporado a sus reconstrucciones otro material compositivo de autores como Giuseppe Becce, Guiseppe Verdi o la obertura de la ópera romántica Der Vampyr (1828), de Heinrich Marschner, que al parecer fue también empleada por Erdmann.
  • Nosferatu es de las películas silentes más musicalizadas de la historia del cine silente.
  • Influencias y cuestiones teórico y estéticas
  • En La pantalla demoníaca, Lotte H. Eisner sugiere, con Murnau en mente, que el cine alemán de los años 20 es “un desarollo del romanticismo alemán” y que “la técnica moderna [del cine] no hace más que dar forma visible a las fantasías románticas”.
  • Thomas Elsaesser señalaba que una de las principales influencias, tanto visuales como espirituales, de Murnau es el cine escandinavo de los años 1910, especialmente la obra de Viktor Sjostrom, Mauritz Stiller, Urban Gad y Benjamin Christensen, “marcada por el realismo de los exteriores, un tratamiento poético del paisaje y un retrato muy controlado y discreto de los conflictos psicológicos y hasta los más francamente melodramáticos”.
  • El teórico y director de cine francés Alexandre Astruc aseguró de Nosferatu que “cada fotograma está bordeado de muerte”. Para Astruc, Murnau era "el mayor poeta que ha conocido la pantalla".
  • Ciertamente, el estilo visual de Murnau sobresale entre sus coetáneos, especialmente en su manera de montar las películas, elegante y ágil. Nosferatu posee un total de 540 tomas, algo inusual para la época. El gabinete del Doctor Caligari cuenta con 378.
  • En cualquier caso, la película de Murnau seguía el dispositivo narrativo característico del cine de Weimar: el cuento episódico.
  • Para Anton Kaes, las primeras películas expresionistas de la época de Weimar reproducen el “desierto físico y mental que dejó la primera guerra tecnológica”, y afirma que en Nosferatu, una pequeña ciudad alemana del siglo XIX experimenta simbólicamente la muerte masiva que se llega a sentir en el campo de batalla cuando la plaga asola la ciudad.
  • El cine de Weimar fue sin duda un cine sobre monstruos –el vampiro de Nosferatu; el asesino de Las manos de Orlac (Robert Wiene, 1924), el asesino de niños de M, el vampiro de Düsseldorf (Fritz Lang, 1931)– pero para Siegfried Kracauer los años dorados del cine silente germano supusieron algo más en el devenir histórico de ese país. Para el crítico cultural, como dejó por escrito en su famosísimo De Caligari a Hitler. Una historia psicológica del cine alemán (1947), tanto el hipnotizador Dr. Caligari como el vampiro Orlok y el criminal Mabuse eran alegorías de la tiranía que iba a desplegar el Tercer Reich del nazismo.
  • Enno Patalas, teórico y director del Museo del Cine de Munich, también se alineó con la tesis de Krakauer al afirmar que Caligari, Orlok y Mabuse “son prototipos de un periodo de transformación económica y social, ejemplares de una tiranía a punto de engullir el país. [...] Estos tres demonios de una época agitada no son, pues, sólo formas específicas del arte cinematográfico expresionista. El cine estaba escribiendo la historia etnográfica y cultural de un pueblo, al que las tres figuras le sirven de espejo”.
  • Esta escena en el barco fantasma:

 

Sobre la suerte de la película y su leyenda negra

 

  • Nosferatu fue un éxito por todo el mundo; pero su triunfo fue su condena. Florence Balcombe, la viuda de Bram Stoker, demandó a la productora por plagio y ganó tres años después de interponer la demanda, en 1925. Prana Film se declaró en quiebra para no pagar, mientras que un juez ordenó destruir todas las copias de la película. Consiguió que se destruyera el negativo original de la película, aunque afortunadamente algunas copias llegaron a sobrevivir.
  • Nosferatu, como otras películas silentes, fue olvidada durante el periodo sonoro, y sólo fue "rehabilitada" tras el final de la Segunda Guerra Mundial, principalmente por los críticos y los archivistas que tuvieron acceso a buenas copias. Como buena parte de otras obras de la época del cine mudo, Henri Langlois, co-fundador de la Cinémathèque, y especialmente Lotte H. Eisner, tuvieron mucho que ver con su recuperación.
  • El papel de Eisner en su recuperación fue crucial. Cuando durante la Segunda Guerra Mundial el ejército alemán entró en Francia y la colección de películas de la Cinémathèque fue confiscada, Langlois decidió ocultar un gran conjunto de bobinas especialmente valiosas –de El gran dictador, de Chaplin, al cine expresionista alemán– en Figeac, al borde de los Pirineos, escondidas en cajas con etiquetas falsas. Por encargo de Langlois, Eisner viajó hasta allí para custodiar ese material y recuperarlo. “Sola con las ratas y montones de cajas de película oxidadas, que tuve que abrir todas para ver qué contenían. Había allí algunas películas alemanas, películas rusas, que no deberían caer en manos de los nazis”, contaría años después Eisner.
  • Rehacer Nosferatu no fue tarea fácil. Cortada y editada por distribuidores, incompleta y con copias amenazadas, la película fue remontada siguiendo un guion que no siempre concordaba con la concepción original del filme que tuvo Murnau. Muchas de las obras del cine silente han sobrevivido, pero no de la manera en que fueron pensadas o incluso montadas.
  • La principal copia de Nosferatu que sobrevivió a la viuda de Stoker acabó en la Cinémathèque de Henri Langlois. Aunque se pensaba que era una copia de la segunda versión del filme que se estrenó en Francia, datada de 1926/1927, se trataba de una copia en blanco y negro y en francés proveniente del distribuidor checo del filme.
  • Una copia de esta versión llegó al MoMa de Nueva York en 1947. En esa época, era común traducir los intertítulos extranjeros al inglés. En el proceso, los nombres de los protagonistas se cambiaron al original de Bram Stoker. De este modo, Orlok se transformó de nuevo en Drácula; Hutter, en Jonathan Harker; Knock, en Renfield; Bulwer, en Van Helsing, etc.
  • Esta versión con los nombres e intertítulos alterados fue la que regresó a Europa de Estados Unidos en los años 60.
  • Enno Patala, director del Museo del Cine de Munich, se propuso investigar el paradero de los intertítulos originales, que Lotte Eisner conoció y hasta reprodujo en un libro sobre Murnau en lengua germana.
  • En su investigación descubrieron que, de las copias del momento, nacidas de esa primera copia francesa que cruzó en viaje de ida y vuelta el Atlántico, se habían perdido una sexta parte de los intertítulos originales, 16 de los 97 originales, sin contar las 19 divisiones de los actos y los títulos de crédito iniciales y finales. Llegó a la conclusión de que el texto, en el filme original de Murnau, tenía una presencia importantísima que se fue perdiendo copia a copia.
  • Los investigadores también descubrieron que se había reconfigurado la estructura de la historia original según la había pensado Murnau.
  • Una segunda copia en blanco y negro de 1962, derivada de la versión original alemana de 1922, apareció en los archivos fílmicos de Berlín Oriental. Estaba incompleta y en mal estado, pero conservaba todos los intertítulos originales en alemán, excepto los que indican el principio y el final de cada acto.
  • Desde entonces, fueron apareciendo diversas copias en filmotecas europeas, en la Cinemateca francesa, Suiza e incluso en Filmoteca Española.
  • A mediados de los 80, Luciano Berriatúa de Filmoteca Española, uno de los principales expertos en Murnau, encontró otra copia de Nosferatu en las profundidades de la Cinémathèque, una copia que ni siquiera la propia Lotte H. Eisner había podido encontrar. Se trataba de una copia coloreada de la primera versión francesa (1922) de la película y que ejerció de base para las restauraciones de 1995 y de 2006.
  • En 2019, Nosferatu entró en dominio público. El hecho complicó, no obstante, el panorama de las diversas versiones del filme, que se ha multiplicado en el ámbito del cine doméstico.
  • La suerte de Murnau tras su deceso ha alimentado la leyenda negra del filme. Antes de que su cuerpo fuera repatriado a Alemania, Greta Garbo logró que se hiciera una máscara mortuoria de su amigo, que la acompañó durante sus años como actriz en Hollywood. Cuando dejó el cine, Garbo donó esa cabeza a la familia Murnau. Hoy se expone en el Filmmuseum de Berlín
  • En los años 70, no obstante, la cripta en el cementerio de Stahnsdorf –cerca de Berlín– donde reposan los restos de Murnau, fue profanada dejando el ataúd abierto.
  • En julio de 2015, volvieron a profanar la tumba y robaron la cabeza del cineasta, que sigue hoy en día desaparecida. Según las pesquisas, sobre el ataúd se encontró restos de cera derretida; un hallazgo que podría tener relación con un ritual satánico

 

 

Fascinación y legado

 

  • Alexandre Astruc, uno de los grandes teóricos avant-la-lettre de la Nouvelle Vague, filmó el capítulo Introduction à la méthode F. W. Murnau (1970) para la serie Cinéastes de notre temps. Se trata de un ensayo de “crítica indirecta”, como lo definió Astruc, sobre la obra de alemán, en el que intenta definir el método del cineasta reconstruyendo secuencias clave, leyendo textos de análisis e incluso desarrollando teorías sobre el arte barroco alemán.
  • La más fascinante de todas las fascinaciones por el Nosferatu de Murnau es la versión que Werner Herzog realiza en 1979, con Klaus Kinski como el Conde Orlok y con Isabelle Adjani en el rol de Elle. El making of promocional, por supuesto, está a la altura de la película, y contiene la habitual cascada de declaraciones brillantes de Herzog, tales como que “el cine es trabajo atlético” o como que con su Nosferatu buscaba encontrar un vínculo entre el Nuevo Cine Alemán de los 70 y los maestros del expresionismo alemán de cincuenta años antes.
  • “Podría haber hecho una película de vampiros aunque no existiera la de Murnau, pero quise mostrar mi respeto y mi admiración a su Nosferatu y en dos o tres ocasiones incluso intenté citarlo literalmente copiando las mismas tomas que utilizó en su versión", cuenta el bávaro en su libro de entrevistas con Paul Cronin, Herzog por Herzog.
  • Otro dato sobre el Nosferatu de Herzog: el bávaro mandó transportar 10.000 ratas desde un laboratorio en Hungría teñidas de negro para que el efecto visual fuera más siniestro.
  • En 1979, en el marco de la 24ª Seminci, explotó el llamado cine marginal de la mano de un programa al margen de la industria. Entre los nombres de Paulino Viota, Llorenç Soler, Ricardo Franco o Antoni Padrós sobresalía la película de José Ernesto Díaz Noriega Nosferatu (Nos-fera-tu-la pugnete) (1977), una versión de Nosferatu en clave de sátira política en la que el vampiro es Drácula Navarro, Jonathan Harker es Jonathan Carolus, el príncipe heredero, y su novia es Nina Democracia, a quien se le debe permitir chupar sangre hasta que el gallo cante para salvarse. Díaz Noriega, nombre propio del cine amateur español, empleó una copia de la cinta de Murnau en Super8, re sonorizándola con este guion hilarante que cuenta la Transición española hacia la democracia.
  • Otra obra sobresaliente que homenajea el clásico de Murnau es La sombra del vampiro (2000), de Edmund Elias Merhige. Protagonizada por los actores John Malkovich y Willem Dafoe, la cinta se hacía eco de la leyenda negra del rodaje de Nosferatu y narraba cómo el director alemán F.W. Murnau (Malkovich), decidido a filmar la película de vampiros más realista de la historia, localizaba en un viejo castillo de Checoslovaquia a un auténtico vampiro para que interpretara el papel de Conde Orlok.
  • Willem Dafoe encarnaba en esa película a Max Schreck/Nosferatu y logró por este papel su segunda nominación al Oscar en la categoría de Mejor actor de reparto.
  • En La sombra del vampiro Luciano Berriatúa colaboró como asesor de dirección y producción.
  • Berriatúa, padre, por cierto, del cineasta Zoe Berriatúa, ha publicado numerosos estudios en español sobre Murnau y supervisó la restauración de 2006 de Nosferatu, con la aprobación de la Friedrich Wilhelm Murnau Foundation.
  • Un homenaje más reciente a la obra maestra de Murnau es Sipo Phantasma (2016), de Koldo Almandoz.
  • En la literatura española reciente también ha calado la leyenda negra de Nosferatu. Noche y océano, de Raquel Taranilla, novela ganadora del Premio Biblioteca Breve en 2020, parte del robo de la cabeza de Murnau para trazar un retrato de la precariedad actual. Francisco Morales Nieva, Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1992, homenajeó en su obra de teatro Nosferatu (1993) al monstruo de Murnau para hablar de una Europa que agonizaba.
  • En la encuesta The Greatest Films of All Time 2012 realizada por la revista Sight & Sound, Nosferatu ocupó el puesto 117 en la lista de la crítica de cine y el puesto 322 de la lista de los cineastas.
  • Es una de las 10 mejores películas de la historia del cine para Guillermo del Toro, según sus votaciones en esa encuesta.
  • El gag de Nosferatu en el capítulo Graveyard Shift de Bob Esponja.