Dr. Jaime Chalita Zarur | 26/02/2022 | 02:36
Parece que nuestra República cada vez incursiona en más y peores problemas. En estos espacios hemos comentado cómo se ha deformado la aplicación de la ley. Podría ser por diferentes razones que pueden ir desde el descuido y la falta de importancia, en el mejor de los casos o, la aplicación intencionada en favor de intereses pero que, en ambos casos, por lo menos, no es lo que un Estado de Derecho debería representar para los ciudadanos de cualquier país en el Mundo.
¿Cuál es el tipo de justicia que se deberían tener los grupos sociales en sus diferentes etnias, culturas, idiosincrasias, ubicación geográfica, etc.? Siempre habrá acuerdos que se vacíen en leyes y reglamentos, que se acuerdan a través de los diferentes congresos que generalmente es el sistema democrático de los pueblos en búsqueda de paz social y, se traducen en normas legales que se convierten en obligatorias para el conjunto gregario.
Hasta aquí es el deber ser, como dicen los abogados, otra cosa muy distinta es el ser, es decir lo que realmente es, y vivimos cada día. La ciudadanía ha sido muy mal acostumbrada en la exigencia de los derechos pero, no, en el cumplimiento de los deberes. Ejemplos hay muchos y, me parece que todos hemos pasado por temas delicados, que nos convierten, socialmente, en enemigos, “legales” por desconocimiento de nuestras obligaciones.
La situación de la impunidad se complica mucho en nuestro País, pero, estoy certero qué hay una corresponsabilidad de todos los sectores y personas de nuestra sociedad, que en alguna medida lo permitimos. Lo dramático, por decirlo de alguna manera ni siquiera, derivado de una investigación, sino que, declarado por el propio presidente de la Suprema Corte de Justicia, diciendo que sufrió presión desde el Ejecutivo del Estado en 2009, y que no miente al hablar de la operación de Estado, para proteger a la familia política del presidente en aquel, 5 de junio del año en comento.
Un Poder de Estado, dando órdenes a otro Poder de Estado, pasando por alto la división de poderes, como se había presumido siempre, hoy lo acepta Arturo Zaldivar, borrando de hecho esa división.
Lo más grave e indigno, es que el sufrimiento de las familias que perdieron a sus infantes y que, han vivido un verdadero calvario, buscando justicia, la misma que no llega.
Pero ¿porque hasta ahora hace esta declaración pública Arturo Zaldivar? Esperaría en lo personal, que no sea por artificios legales, usándolos por vengar algún agravio. Hay muchos especialistas que miden tiempos y formas. Esperemos como se desarrolla este penoso caso.
Situaciones cómo está que menciono, tendrían que ser remediadas entre todos quienes vivimos en esta República Mexicana, so pena de seguir hundiéndonos en la miseria social que no queremos merecer y que debería ser parte de una refundación de nuestro contrato social en búsqueda del bien común, superior siempre a los intereses particulares, poniéndolos en sus lugares.
@jaimechalita