Dr. Jaime Chalita Zarur | 21/02/2022 | 18:40
La educación cívica, ¿es aún vigente o, realmente necesaria? Absolutamente si.
Los pueblos sufren por lo que de alguna manera se ha llamado democracia.
¿Somos los esclavos modernos? Solo la verdadera educación, la instrucción y, porque no, ser autodidactas, podría hacer un mundo mejor. Una condicionante habría que tener: buscar lo que nos sirve a todos.
La guerra que podría estar ya cercana, entre Estados Unidos y Rusia, pone una vez más, en la antesala de las destrucciones tumultuarias a todos la humanidad. Sus efectos, aún cuando los demás países, no estén inmersos en este pleito hegemónico, estarán por sentirse si es que así se confrontan. Personas que no se conocen en lo absoluto, defendiendo intereses de otras personas, que se conocen muy bien, se matarán por ellos. Pretexto orden nacional y patriotismo.
La defensa de la supuesta soberanía de los pueblos, ha perdido vigencia en la medida que las personas obtienen más y mejor información y, aparece ante el razonamiento mínimo, las preguntas que aún ninguna persona del sector de todos, ha dado respuesta.
El ser humano, es el mismo en todo el mundo, es decir estamos constituidos de igual forma en lo fundamental, pero que, en las necesidades de las personas, siempre aparece, lo que en los últimos años se ha acentuado, la depredación del hombre y la mujer, exactamente por ellos mismos y la destrucción puede estar más cerca de lo que pensamos.
En el particular caso de nuestro País, nos martiriza la falta de educación cívica. El sistema nos ha hecho presas de la polarización social y estamos a un corto plazo de que nuestra sociedad la fracturemos. ¿El arrepentimiento? seguro estoy llegará tarde.
La desconfianza de todos contra todos o, cuando menos en su inmensa mayoría, se traduce en una complicidad de la cual somos corresponsables las sociedades de mundo.
No solo nos dividen los intereses del dinero, de lo material, también la práctica de cada una de las creencias religiosas. Pareciera que la verdad absoluta tiene dueño o, precio igualmente. La libertad de creencia y la libertad del ser humano hoy más que nunca está a prueba, así también el cumplimento de la ley que como sociedad nos ata al conjunto gregario.
La verdadera libertad, radica en hacer y decir en el respeto a los demás. La interdependencia social, no se ha entendido en su conjunto. Cuando la conciencia social crece, las personas progresan, cuando las imposiciones llegan la pobreza mental y material, nos ahogan. Los equilibrios están rotos.
Educación de calidad es el camino que salva de todos los males que se padecen. Recomponer nuestro rumbo personal y mejorarlo en beneficio de todos, es la respuesta.
@ jaimechalita
