Querer tener y querer ser

La humanidad ha mostrado tendencias que han estado ahí, en nuestras vidas, casi me convence, que algunas de ellas, han estado en nuestro ADN. La historia de la humanidad ha discurrido entre el querer tener y querer ser más, sin mayor mérito que solo querer el camino más fácil, sumidos en un materialismo que ha escapado de nuestros alcances, lograr beneficio colectivo.

Las ambiciones, la curiosidad, el amor por descubrir beneficios para la sociedad, pueden ser el motor de avanzar en la ciencia y en la tecnología, siempre usados para mejorar el entorno en el que se vive. Hoy tenemos a la disposición muchas ventajas para la humanidad, pero las hegemonías de poder nos tienen prisioneros en la individualidad.

El desarrollo económico de los pueblos ha sido motivo de competencia, de dominio, de hegemonía y en muchos casos de avaricia, cuando se trata de acumular materialismo que, de no ser apreciado por la humanidad, no tendría ningún valor, pero que, nos hemos encargado de hacerlo así; dar valor inexplicablemente a lo que sólo aprecia la futilidad o, frivolidad, en detrimento de las colectividades desprotegidas, es un camino equivocado.

El pensamiento económico clásico, ha tenido múltiples intervenciones en la historia del mundo de la literatura especializada, con ideas muy diversas, según las filias y, o, fobias de las convicciones de cada persona pueda tener en su formación.

Desde luego que el bienestar social, y su respectivo desarrollo, reviste la mayor trascendencia por la importancia que representa para un clima de paz, entorno al crecimiento de los pueblos de mundo y las personas que vivimos en el contenido geográfico particular de quienes habitamos en este Planeta siendo vital en la convivencia. La constancia social y los beneficios compartidos de la convivencia, están ausentes.

Los equilibrios están rotos, lo han estado muchos años en nuestro País. Restablecerlos es una gran tarea que ha caído en los intereses de diversa índole, que entre todos hemos construido. Uno de los más importantes, es el equilibrio roto entre en desarrollo social y económico.

Se ha discutido con pasión, en el campo del ideario del progreso y desarrollo, que debería ser primero, pero en México. Pero, por cierto, con las enormes precariedades que se tienen, tendríamos que empezar por donde se pueda, pero empezar.

Desde luego, una serie personas, por cierto, las menos, y sus diversos medios de control lo impiden. Nuestra población tendría que reaccionar para en equilibrios, construir una nueva forma de vida compartida, fortaleciendo nuestra Patria.

@jaiemchalita