La comisaria europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, reivindicó hoy el papel de la UE como principal socio de los países africanos frente a China y Rusia, justo tres días antes de la cumbre que reunirá a los líderes europeos con países de la Unión Africana.
"Hay muchos intereses de varios actores internacionales sobre África, pero nuestra relación con África tiene una larga historia. Diría que ahora estamos en el momento de acelerarla", señaló la comisaria en un encuentro con medios, entre ellos Efe.
Urpilainen recordó que China tiene su propia estrategia hacia el continente africano, Rusia está "muy activa" en Malí y en el Sahel e incluso Estados Unidos va a organizar "su propia cumbre" con África, pero añadió que la UE no llega tarde y prueba de ello es que es un socio "exportador y donante" hacia los países africanos.
"Hemos tenido y tenemos una asociación muy buena. Si comparas con China es una estrategia muy diferente; ellos han dado préstamos principalmente, y nosotros nos hemos centrado en financiación directa y por supuesto todavía tenemos que hacerlo", subrayó.
"Diría que estamos en buena posición, pero tenemos mucho trabajo por delante", enfatizó la comisaria responsable de las carteras de Cooperación y Desarrollo, para después señalar que la UE debe pasar a centrarse "más que antes" en la llamada relación "dura" ("hard connectivity", en inglés).
Ese es el objetivo de la estrategia de la UE para contrarrestar la Ruta de la Seda de Pekín, que Bruselas desveló a finales del pasado año y bautizó como Global Gateway, con la que aspira a movilizar hasta 300.000 millones de euros en siete años a distintas zonas del mundo.
De esa cifra, la mitad (150.000 millones) serán dirigidos a África a través del presupuesto de la UE, de aportaciones de los Estados miembros y de actuaciones de instituciones financieras comunitarias como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), según anunció la pasada semana desde Dakar (Senegal) la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Se trata de una "oferta positiva” que Bruselas hace a un continente que es, en palabras de Urpilainen, una “prioridad geográfica” para la UE, algo que quedará patente en la cumbre de Bruselas de este jueves y viernes con países de la Unión Africana.
Estos recursos se canalizan a través de cinco pilares fundamentales, que son el impulso a las transiciones “gemelas” verde y digital, la aceleración del crecimiento económico y la creación de empleos “decentes”, la mejora de la educación y la formación o el fortalecimiento de los sistemas financieros.
En este último punto están previstos, por ejemplo, 125 millones de euros para ayudar a la Unión Africana a lograr el objetivo de producir el 60 % de las vacunas que se inoculan en el continente para 2040.
“La COVID-19 nos ha mostrado lo frágil que es el sistema sanitario en África”, dijo Urpilainen sobre un aspecto, la mejora de los sistemas sanitarios y la preparación ante pandemias, que inicialmente no estaba incluida en la estrategia para África que Bruselas presentó poco antes del estallido de la enfermedad.
Actualmente, explicó la eurocomisaria finlandesa, solo se fabrican en países africanos el 1% de las vacunas que se administran y en el proyecto, aunque está abierto al resto, participan Senegal, Sudáfrica, Ruanda y Ghana.
Otro proyecto que destacó la comisaria de Asociaciones Internacionales es el programa para la formación de profesorado, que cuenta con una dotación de 100 millones de euros y con el que ya se han comprometido Francia, Bélgica, Finlandia y Alemania.
“Si realmente queremos promocionar la paz y la estabilidad en estas sociedades, también tenemos que dar oportunidades. La herramienta más transformadora es la educación”, reivindicó Urpilainen, antes de indicar que África necesita formar a 19 millones de profesores para 2030.